Tras una audiencia reconciliatoria en el 1º Juzgado de Letras de San Felipe, entre la Empresa Minera La Esperanza y la Comunidad de Campo Jahuel, quedaron ratificadas absolutamente todas las cláusulas exigidas por el juzgado antes de otorgar una servidumbre de paso, por lo tanto, los mineros están prohibidos de ingresar a los predios de la Comunidad de Campo.
Así lo ratificó el abogado de la Comunidad, Guido Witto, quien ha llevado la causa desde hace 8 años defendiendo a la comunidad de Campo con excelentes resultados: “Nuestra parte representó al tribunal que no han cumplido las exigencias establecidas en la sentencia de servidumbre de paso. Exigencias o requisitos de carácter medioambiental que les impone la obligación, por un lado, de cumplir con un plan de manejo autorizado por Conaf. De cumplir al presentar un proyecto que permita garantizar que las napas de las aguas de este yacimiento, que son vitales para el desarrollo de la agricultura, ganadería y bebida humana del sector de Jahuel, no se vea afectado o alterado como ha ocurrido anteriormente por la explotación minera. Además se les exige un estudio de impacto ambiental y posteriormente a eso, un depósito de garantía de 1.500 Unidades de Fomento” afirmó el Abogado.
Sin embargo, según explicó Guido Witto, también quedan sujetos por el tribunal, a acatar lo referente al artículo 17 del Código de Minería y que habla que cuando una actividad minera amenace el abastecimiento de agua de un poblado, dicha actividad queda sujeta a la autorización por parte del gobernador provincial, en este caso, Eduardo León.
Cabe destacar que mientras el presidente de la Comunidad de Campo se encontraba en audiencia, afuera del juzgado y en su frontis, se llevó a cabo una bulliciosa protesta por parte de una treintena de personas, la mayoría habitantes de Jahuel y acompañados por varios candidatos a concejal y el mismo Claudio Zurita, todos apelando a que es imposible asegurar la preservación del agua cuando esta minera pretende explotar el yacimiento Aguas Claras, que queda a menos de 130 metros de los acopios y vertientes del agua potable y a menos de 60 metros de los esteros que llevan el agua de regadío, además de ser un yacimiento que se encuentra sobre algunas de las napas que abastecen las vertientes de las Cortaderas.
En resumen, quedó demostrado que Jahuel y Santa María están muy unidos contra la actividad minera en esta zona, que es uno de los tres sistemas ecológicos más importantes del Valle del Aconcagua, y sitio prioritario de conservación por las políticas medioambientales regionales según la seremi de Medioambiente, Tania Bertoglio.
Roberto Mercado Aced
No a la mineras , todo lo contrario x un valle menos descontaminados ……