En un concurso literario que organizó el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), Confieso Que he vivido, a través del Programa de Envejecimiento Activo y el Plan Nacional de la Lectura, resultó ganador por la V Región, el destacado contador Hernán Urbina Zamora, quien participó este año con la historia de su vida.
PARTE DEL RELATO
«Me acuerdo de mi hermanito de nombre Luis, pues yo tenía unos cinco o seis años cuando él falleció y fue velado en mi casa: lo vistieron de blanco y le pusieron alas blancas, seguramente de cartón, y lo sentaron sobre una mesa y alrededor le colocaron flores blancas, después de velarlo una noche, al día siguiente fue llevado en una urna (caja de madera hecha por mi padre), también de color blanco y fue enterrado en el cementerio de Los Andes», señala don Hernán en su relato ya publicado.
Tal como lo describe él mismo, nació y creció en el seno de una familia muy pobre, recibió una oportunidad gracias a personas que le apoyaron para que estudiara, así, y luego de laborar muchos años, tuvo que ser de comerciante en las calles, su relato habla de dolor, miseria y grises soledades bebidas con amargura; se tituló con dificultades como contador, logró con el tiempo calidad de excelencia y supo comprometerse hasta el día de hoy con muchas causas comunitarias a las que ayudó y apoya hasta el día de hoy.
En Diario El Trabajo, nos resulta imposible poder publicar todas las experiencias que Urbina destaca en su relato, el que le mereció que el propio ministro de Cultura, Ernesto Ottone, le entregara su premio personalmente en Santiago.
Roberto González Short
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