Como una verdadera ola de robos, calificaron en el Hogar Buen Pastor a la gran cantidad de hechos que les han afectado desde el mes de septiembre del año pasado hasta esta fecha, siendo el último ayer, cuando nuevamente delincuentes ingresaron al interior de una bodega y robaron una motosierra marca Sthil, avaluada en unos 300 mil pesos.
Sergio Ferreira, uno de los trabajadores del lugar que queda ubicado frente al Ministerio Público, dijo que con este último robo suman un total de doce.
“Esta es como la décima segunda vez que entran a robar en el periodo de septiembre hasta ahora enero 2017. Los fines de semana son los más complicados porque roban hasta el día domingo y en esta ocasión abrieron la bodega donde se guardan las maquinarias de cortar el pasto y había una motosierra, casi nueva, esa se la llevaron, se había comprado como en agosto, tiene un valor de unos 300 mil pesos”, sostuvo Ferreira.
Los delincuentes, para llevar a cabo el robo, rompieron el candado de entrada a la bodega.
Los otros robos tienen relación con algunos cuadros de pintura, donde afortunadamente a las personas a quienes los ladrones se los fueron a vender, se los quitaron, devolviéndolos a su lugar de origen, no sin antes llamar a Carabineros. También les robaron un serrucho eléctrico, todas las herramientas que tenían los maestros.
“Anteriormente se habían metido y robado una pesa, es decir una infinidad de cosas, creo que si lo transformamos en plata ya van como dos a tres millones de pesos. Esto ha sido una ola de robos la que nos ha afectado; en el museo recién renovado se han robado los extintores contra incendio (…) todo se lo roban.
“Un día como a las siete de la tarde las monjas estaban tomando onces y el ladrón andaba acá adentro, las vio y arrancó. Llamaron a Carabineros, llegaron a ver y el ladrón ya había saltado, porque al lado en David del Curto está solo, está como paralizado, entonces por ahí se meten”, afirma Ferreira.
Cuenta que han hecho las denuncias a Carabineros pero no han tenido resultado alguno. Espera que alguien los asesore en presentar un buen reclamo, ya que no les dan solución: “Que pongan a alguien de incógnito porque a veces viene Carabineros, tocan la bocina y los delincuentes en vez de arrancar para la calle se arrancan para acá adentro. Las monjitas no disponen de dinero para contratar un guardia, hay un guardia en el museo, pero como se va a enfrentar a un delincuente que puede venir con armas, con cortaplumas, cuchillos y el guardia no tiene nada”, finalizó el trabajador.
