Con una Misa despiden hoy a insigne párroco de iglesia de El Almendral

• Eugenio Duque hablaba cinco idiomas y tuvo altos cargos en España y Roma:

Muere un grande entre los grandes del mundo religioso de Chile, de América y de Roma. A las 19:45 horas de este martes en su casa de habitación, en Santiago, falleció a causa de una insuperable diabetes que padecía desde hace muchos años, el conocido y apreciado sacerdote, párroco de la Iglesia San Antonio de Padua, Eugenio Duque Norero, a sus 77 años, luego de ser el dueño de casa en esta parroquia desde el domingo 7 de mayo del año 2000.

CARGOS EN ROMA
Este sacerdote hablaba cinco idiomas: Español, inglés, francés, portugués e italiano. Ingresó a estudiar al Seminario Menor de Valparaíso desde muy chico, pero pronto tuvo que abandonar sus estudios por tuberculosis, la que lo dejó un año en cama.
Luego de superar esta enfermedad, Eugenio Duque siguió sus estudios de preparatoria en el Colegio Luis Campino de Santiago (Centro de Extensión de la U. Católica), sus estudios superiores lo llevaron a titularse en pedagogía en francés, en Liceo Victorino Lastarria.
Luego de tremenda preparación, fue solicitado en el Colegio Nido de Águilas, en donde enseñaba desde el idioma inglés al francés, a hijos de diplomáticos, creando entonces el departamento de francés en esa casa estudiantil.

DE ESPAÑA A ROMA
Tiempo después sintió de nuevo ese llamado del Señor, por lo que decidió continuar sus estudios religiosos, uniéndose también a la Orden de Los Carmelitas. Fue ordenado sacerdote el miércoles 14 de diciembre de 1990, en Santiago. Hizo su noviciado en Argentina y ya como sacerdote, luego de regresar a nuestro país, desarrollaba su trabajo en El Melón, Santiago y otras ciudades del país.
Poco tiempo después se mudó a la ciudad española de Vitoria, estando en esa ciudad del País Vasco fue llamado por El Vaticano para que se hiciera cargo de la Biblioteca del Teresiano, la central de los carmelitas en Roma. En la Santa Sede Eugenio asumió éste y otros importantes cargos, estudió cuatro años más la carrera de Bibliotecoeconomía, pues era necesario porque el sistema de bibliotecas en Vaticano es totalmente distinto al usado en Occidente.
En algún momento de su larga estadía en Roma, Eugenio consideró que bien su trabajo lo podía hacer una persona laica, por lo que solicitó ser trasladado a Chile, cumpliéndose su deseo en 1998, cuando llegó para unirse a la Pastoral Familiar del Santuario Santa Teresita de Los Andes, pasando luego a la iglesia de El Almendral, de la que era el párroco a cargo.
Eugenio era hijo de la concertista Cirila Norero y el agricultor e ingeniero don Ramón Duque, quienes también hacían grandes obras sociales en Limache, de donde era oriundo este hijo adoptado de San Felipe. Fue pintor. Músico. Viajó con 18 sacerdotes a Tierra Santa en el año 2000 y pertenecía desde hace muchos años al Movimiento de Schoenstatt (Es un movimiento apostólico de renovación).

ASÍ FUE DESCRITO
Diario El Trabajo habló con autoridades y vecinos que conocían al religioso, pues él se dio a conocer como un sacerdote muy preocupado por los más necesitados, como lo aprendió de sus padres.
«La ciudad de San Felipe ha perdido a un gran amigo que sabía expresar el amor a través de su trabajo como sacerdote, se le recuerda siempre por el positivismo que irradiaba tanto en público como en privado. Muy culto, con gran respeto por El Otro, y sobretodo porque supo hacer el bien en toda su vida», comentó a nuestro medio el alcalde Patricio Freire.
Doña Luisa Ramírez, del Coro Adulto Mayor Ayecán, comentó que «hoy vinimos a despedir al Padre Eugenio Duque. Él era una persona muy amable, nos decía que viniéramos a cantar a la iglesia cuando quisiéramos, lo extrañaremos mucho».
La Hermana Verónica Morandé, administradora de la parroquia y amiga personal de Duque, dijo serenamente que «para cualquier sacerdote o persona consagrada al Señor, el morir es como un despertar a la vida, él ya está descansando al lado del Señor. Le conocí desde 1999 en Santuario Santa Teresita de Los Andes, un asombroso ser humano, supo enseñar también con su ejemplo de vida».
Alberto Pino Rosas, vecino de El Almendral, también tuvo palabras de pesar: «Esta triste partida del Padre Eugenio nos duele mucho. Aquí lo queríamos mucho, yo conozco a su honorable familia en Limache, él tenía el don de la palabra y sabía cómo tratar a las personas».
Roberto González Short