Trabajos de internos se expusieron ayer en el CCP San Felipe

Carteras, billeteras, zapatos, monederos y cinturones, fue sólo algunos de los productos que las personas privadas de libertad del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de San Felipe pusieron ayer domingo a la venta en la 1ª Feria Mujer nosotras que lo queremos todo’.
Los artículos de muy buena calidad son elaborados por los reclusos en los dos talleres con que cuenta el establecimiento penitenciario y donde se realizan una serie de trabajos en áreas tan diversas como: marroquinería, soldadura, madera y costura.
El jefe del CCP de San Felipe, mayor Felipe Cornejo, sostuvo que «estamos trabajando con la población penal, para que ellos puedan mostrar sus productos a la comunidad. En la actualidad tenemos dos talleres, esperamos que de aquí a fin de año lograr tener tres o cuatro talleres porque nosotros podemos ayudar a la comunidad capacitando a internos».

PINTA MUY BIEN
Las expectativas para esta feria, que se realizó en el Club San Felipe, fueron muy altas, más aún luego que en la última exposición en la que participaron, efectuada por Sence en la plaza de la ciudad, se vendieron casi la totalidad de los productos.
Nicolás González (23) se dedica a la talabartería y destacó que «realmente es una oportunidad que todos los internos que estamos trabajando esperamos. La verdad son las oportunidades que queremos que lleguen a nosotros. Participamos en una feria que se hizo en una universidad y se vendió prácticamente todo, siempre me gustó trabajar en cuero, incluso afuera, pero me perfeccioné aquí adentro. Fuimos compartiendo conocimientos con otros internos y luego busqué perfeccionarme Ya llevo tres años trabajando en lo que es marroquinería, que son las carteras, y ahora empecé con el calzado de damas y es precioso porque hay una dedicación de por medio», expresó el joven.
Por su parte Ciprián Arriaga (40), quien se dedica a crear cinturones, afirmó a Diario El Trabajo que «este lugar me dio un paso adelante. Aquí adentro aprendí muchas cosas, como a hacer carteras, maletines, cinturones y billeteras. Nunca me imaginé a aprender en este lugar, para mí es un gran paso». Tanto el mayor Cornejo como la población penal, agradecieron a las personas que ingresaron ayer para comprar estos productos al CCP.