- Ceremonia de Elsa Miranda y Urbano Fernández será en Iglesia Andacollo:
Hoy en Diario El Trabajo compartimos con nuestros lectores una de esas historias locales que primero la vivieron sus protagonistas a lo largo de 60 años, para luego engalanar nuestras páginas. Se trata de las Bodas de Diamante, trascendental celebración en la que doña Elsa Miranda Menay y su esposo Urbano Fernández Olivares volverán a darse el Sí en sus vidas, para continuar con aquel compromiso y juramento ofrendado hace seis décadas en la Iglesia Catedral de San Felipe, el viernes 27 de diciembre de 1957.
DIGNA CAMPESINA
Para destacar los hitos más importantes de estos vecinos de Población Puente, es importante señalar que doña Elsa nació en San Felipe el viernes 28 de octubre de 1938, mientras que su esposo Urbano vino a este mundo el lunes 20 de septiembre de 1937, en La Poza de Catemu.
«Yo he sido muy feliz durante todos estos 60 años de matrimonio con mi esposo Urbano, juntos tuvimos siete hijos, 17 nietos y once bisnietos. Yo me dediqué desde muy niña al trabajo, desde mis siete años de edad ayudaba a mi madre en los quehaceres de la casa y el campo, pues éramos trece hermanos y todos sabíamos apreciar el valor del trabajo, yo provengo de una familia campesina. Recuerdo que me enviaron a estudiar al Colegio Santa Juana de Arco, cuando tenía yo nueve años, la Superiora sugería que me seleccionara para ser monja, pero como me tenían que enviar a Santiago, mis padres no lo permitieron, así que al poco tiempo, cuando cumplí mis 13 años de edad, entré a laborar a la Conservera Córpora, que estaba ubicada frente a la actual Plaza de los Sapitos, fue en esa empresa, a mis 18 años, que conocí a un apuesto joven, el resto de la historia ya la podrán imaginar, pololeamos siete meses, él era un joven militar», relató a nuestro medio doña Elsa.
SIEMPRE ‘JUAÑINGO’
En cuanto a cómo el conocido ‘Juañingo’ llegó a los brazos de su amada Elsa, él mismo nos lo relató: «Yo soy hijo de un gran minero de Catemu, somos ocho hermanos y en aquellos tiempos una familia también entregada a la agricultura. En 1956 hice mi Servicio Militar, me tocó hacerlo en el Regimiento Reforzado Yungay Nº3, que estaba en esos años instalado en San Felipe, yo salía a las 17:30 horas y todos los días que podía, pasaba por la conservera para acompañar así a mi polola Elsa, hasta que nos casamos en diciembre de 1957», comenta don Urbano, quien dedicó su vida también a trabajar en Seguridad privada.
Muchas serían las páginas que se podrían escribir sobre las vivencias de esta respetable familia sanfelipeña, pero no podemos hacerlo, sin embargo lo que sí destacaremos para finalizar esta reseña especial, es que esta pareja pasaron juntos los malos tiempos y también los buenos, nunca se han separado y siempre han sacado tiempo para tener sus espacios de recreo y diversión.
MISA MUY ESPECIAL
Doña Elsa laboró hasta sus 60 años, don Urbano también laboró hasta hace poco tiempo, ella tiene 80 años, él pronto cumplirá 81. La Misa de Bodas de Diamante se realizará mañana sábado a las 20:00 horas en la Iglesia Andacollo, para luego disfrutar del banquete familiar para ellos preparado en Casa Grande.
Todos quienes laboramos en Diario El Trabajo hoy nos unimos a la felicidad de esta familia sanfelipeña, deseando sinceramente que lo mejor de la vida siga llegando para esta ejemplar pareja de nuestra comuna.
Roberto González Short
Weeenaaaa los Tatas. Felicidades
Yo creía que Bodas de diamantes eran 75 años.