- Aunque la activista social sufre el temido mal, no deja de luchar:
Una de las activistas sociales más enérgicas de todo Chile y quien desde muy joven se ha dedicado a enfrentar las injusticias de la vida por los más necesitados, hizo público en exclusiva la tarde de ayer a nuestro medio, que está enfrentando una lucha por su vida, luego que hace varios meses los médicos le dictaminaran cáncer de hígado y gástrico, razón por la cual hoy compartimos esta entrevista especial para nuestros lectores, se trata de Selfa Antimán Nahuelquín, nacida en Puerto Aysén hace ya 74 años.
A SOLAS CON SELFA
Pero no publicamos esta entrevista a raíz de que sufra esta enfermedad, lo hacemos porque esta vecina de Santa María siempre ha sostenido un contacto cercano con los medios de comunicación, y porque ella también se ha ganado con los años el respeto y cariño de nuestros lectores en el Valle de Aconcagua.
– ¿Dónde naciste y cómo te convertiste en una lideresa social?
– Tengo 74 años de edad. Nací y me crié en Puerto Aysén, cursé y terminé mis estudios en la Escuela Normalista de Aysén, inicié mi vida pública como una alegre basquetbolista del desaparecido Club Unión Deportiva, de Aysén. Luego de un tiempo fui la entrenadora de ese club de mis amores, así a mis 17 años fui nombrada dirigenta de la rama femenina de esa institución deportiva, yo no tenía idea o discurso para ser una lideresa, sin embargo logré ponerle empeño a mis funciones, no le huyo a los desafíos, por eso empecé a desarrollar liderazgo en mi comunidad.
– ¿Participaste en otras actividades que no fueran tus luchas sociales?
– Sí. Durante mi juventud también participé en la fundación de Radio General Marchant, era una emisora comunitaria, ningunos de los jóvenes teníamos idea clara de qué era hacer Radio, pero rápidamente aprendimos sobre la marcha y nos organizamos. También fui educadora de Básica en esa escuela de donde egresé, fueron años de muchos sueños por cumplir.
– ¿Cómo te convertiste en la activista social que todos conocemos?
– Mi visión se fue ampliando conforme vi las injusticias de la vida, mientras yo alfabetizaba en mi región, me involucré también con un curita del pueblo, con él íbamos a las cárceles para dar apoyo a los presos, recogíamos ropa para las familias pobres de la provincia. No soy comunista ni pertenezco a ningún partido político, pero no hay que serlo para luchar por los derechos de los demás y los míos propios. Me tocó luchar por los temporeros y hasta por el regreso de la democracia a nuestro país. Con el tiempo los grandes movimientos nacionales me invitaron también a sus luchas, así fui siendo cada vez de más utilidad a mi gente y a quien lo necesitara.
– ¿Con quién te casaste y qué descendencia tienes?
– Mi esposo, el único esposo, fue Rigoberto Bórquez, con él tuve cuatro hijos, y dos que criamos: Patricio, Rigoberto, Iván, Julia, Raúl y Alejandro, ellos me regalaron ocho nietos y tres bisnietos.
– ¿Cómo estás tomando esta agresiva enfermedad?
– Como tengo que tomarla. Con valentía y dignamente. Mi enfermedad es seria. Es un cáncer que ya se ha ramificado a varios órganos vitales de mi cuerpo, igual me estoy sometiendo a la Quimioterapia, en algo me ha servido, aunque también estoy con otros remedios alternativos.
– ¿Qué te gustaría compartir con nuestros lectores?
– A los jóvenes quiero decirles que aprendan a valorarse, a luchar por cumplir sus sueños, también a tantas personas que me han llamado desde tantas partes del país, por todo el apoyo moral que me están dando en este problema tan serio de salud.
Quienes laboramos en Diario El Trabajo hoy nos queremos plegar al espíritu de lucha personal de doña Selfa Antimán, en estos momentos en que tanta fuerza se necesita para superar las adversidades que la vida le presenta. ¡Fuerza Selfita!
Roberto González Short
MUCHA FUERZA PARA UNA GRAN MUJER LUCHADORA.