Este es el lugar donde se producen los malos olores, denuncian los vecinos, quienes esperan algún tipo de solución al problema en pleno corazón de la ciudad.

Este es el lugar donde se producen los malos olores, denuncian los vecinos, quienes esperan algún tipo de solución al problema en pleno corazón de la ciudad.

Molestia y hasta asco sienten algunas personas que les toca transitar por detrás de una sucursal bancaria y los estacionamientos de la gobernación, en el pasillo que da hacia la calle Merced, debido a los malos olores que emanan en el sector producto que algunas personas inescrupulosas utilizan el lugar como baño público.
Una de las personas molestas es Ricardo Videla que pasa todos los días por el lugar y siente el mal olor, quien responsabiliza a la Gobernación por no disponer de servicios higiénicos para los numerosos ciudadanos haitianos que concurren a realizar trámites al edificio de los servicios públicos, asegurando que al no tener dinero para pagar el servicio higiénico público que existe en el sector, hacen sus necesidades en el mismo lugar: “Se pasó el olor, lamentablemente la Gobernación tiene unos trescientos a cuatrocientos haitianos que no tienen donde hacer sus necesidades, porque ellos no tienen trescientos pesos para ir al baño y hacen aquí a la orillita”.
– Pero esto de los malos olores viene de antes .
– Claro, pero ahora aumentó mucho más porque se juntan muchos haitianos, y sus necesidades, ¿dónde las hacen? Yo por ejemplo tengo que ir al baño porque no me aguanto y pago trescientos pesos y voy, pero ellos no tienen la plata para pagar, esa es la verdad de las cosas, faltaría de la gobernación que le pusieran un baño químico porque los haitianos vienen a la gobernación, no vienen a la municipalidad, debieran ponerle un baño químico para darle facilidades a ellos.
Mientras nuestro medio terminaba de conversar con Ricardo, pasaban por el lugar dos mujeres, Laura y Margarita, quienes con sus dedos se apretaban la nariz para no inhalar el mal olor.
Al ser consultada por esta situación no titubearon ni un segundo en decir: “Está demasiado hediondo, horrible, hasta dan ganas de vomitar”, señaló Margarita.
“La gente que hace esto no tiene cultura, habiendo un baño público a unos pasos y por no pagar doscientos cincuenta pesos provocan una hediondez, estando tan linda la ciudad, qué vergüenza, las dos nos tapamos la nariz porque dan ganas de vomitar, muy hediondo, es una situación muy lamentable, que pongan un poco más de cuidado, no sé qué tipo de seguridad puedan dar acá”, comentó Laura.

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