«Fui el segundo en poner mi cargo a disposición del Santo Padre, el Papa Francisco»

• Obispo de la Diócesis de Aconcagua Cristian Contreras:

El viernes en la mañana regresó desde Roma y después de un viaje de 16 horas en un vuelo directo de Ali Italia, Monseñor Cristian Contreras Molina, obispo del Valle de Aconcagua habló con nuestro medio luego de reunirse con el Papa Francisco.
Como sabe la opinión pública, el 8 de abril el Papa Francisco citó a Roma a través de una carta a los 34 obispos de la Iglesia Católica de Chile.
En la carta según Monseñor Contreras Molina, el sumo pontífice les hacía ver el porqué de la cita «este porqué era porque él estaba muy triste debido a que en Chile nosotros precisamente los pastores no habríamos actuado acorde a las situaciones que han vivido no sólo las víctimas de Karadima, sino que también tantas víctimas a lo largo de país, además, no sólo de abusos sexuales, sino que también abusos de poder que tanto daño hacen, la Iglesia encabezada por el Papa está muy triste y eso se los hizo sentir y ver, porque él también tiene información allá».
Cuenta que él llegó el sábado a Roma, pensando que el lunes el Papa los iba a recibir, sin embargo el día elegido fue el martes.
Comenta que después de hacer una oración los reunió en una sala que llamada Auleta, al lado del aula grande Pablo VI y en ese lugar él Papa sentado en un escritorio les leyó un documento, terminado la lectura del mismo los conminó a que se fueran a meditar para encontrarse al día siguiente.
Acto seguido cada uno se fue a la Casa Santa Marta a meditar «lo que él en el fondo nos decía en cuanto a que el Papa cree que esta iglesia que fue en muchos momentos pregonera y que fue también profética en cuanto a anunciar y denunciar los atropellos a los derechos humanos a la dignidad del ser humano, que defendió a los heridos a los exiliados, pues bien se termina ese momento y llega la democracia y es como que esta iglesia queda sin un discurso, entonces y fue ahí que dejó de ser profética y empezó a centrarse más en ella misma que en los problemas sociales, los problemas del ser humano», indicó Contreras.
En todas estas reuniones el Papa les comunicó que tomaría decisiones a corto, mediano y largo plazo, «entonces nosotros y especialmente yo lo puedo decir con toda tranquilidad, fui uno de los primeros, el segundo más bien dicho, en firmar, donde digo yo pongo mi cargo a disposición del Santo Padre el Papa Francisco, de tal manera cuando él quiera y lo necesite que el Obispo de San Felipe no está a la altura o no es el hombre indicado o por su edad debiera estar descansando yo feliz, feliz me voy, porque el centro no soy yo, el centro tampoco es la iglesia, el centro es Jesucristo y las victimas», señaló.
– ¿Monseñor qué debiera pasar con todo esto?
– Lo que le puedo decir es que debiera pasar conmigo y mi iglesia, lo primero que quiero que pasara es que cada sacerdote debiera retomar su ideal, el porqué se hizo sacerdote, por qué escogió esta vocación y por lo tanto tiene que estar ajeno a todo poder, tiene que estar centrado en Jesucristo y no centrado en sí mismo, tiene que estar centrado en una iglesia servidora, servidora de los pobres, migrantes, encarcelados, de los abusados, de los niños, una iglesia de puertas afuera, en salida eso es lo que yo quiero, una iglesia no encerrada en sí misma, no ensimismada, no defendiendo sus derechos si es que los pudiera tener o su poder si lo pudiera tener, tenemos que defender el derecho de los otros aquellos que nos han sido encomendados y eso será mi lucha, mi trabajo, ese será mi futuro, yo estaré en San Felipe hasta cuando Dios y el Papa lo quiera, pero no voy a estar sentado, voy a estar trabajando.
– ¿Monseñor en la interna suya siente que lo ha hecho bien acá en el Valle del Aconcagua, se siente tranquilo con su conciencia de cómo usted ha actuado frente a abusos sexuales por parte de sacerdotes de acá?
– Creo que las evaluaciones subjetivas no son sanas, yo creo que las evaluaciones tienen que hacerlas aquellas personas que a mí me han visto como les presido las eucaristías, si me han visto como los trato, si ellos han visto que yo soy un obispo que paso en la oficina, que tengo chofer que ando de aeropuerto en aeropuerto, yo vivo en la Diócesis, yo le puedo decir las cosas que a mí me interesan, yo desde que fui elegido obispo yo seguí el estilo de vida que tenía, de hecho me fui del obispado de San Felipe ubicado frente a la plaza porque consideré que esa casa no era para mí, esa casa era muy grande, muy gastadora y le llamaban el palacio episcopal, yo me fui a una casa chica porque lo he dicho más de una vez yo no provengo de una familia rica, al contrario, mi madre QEPD, quedó viuda a los 26 años, mi padre murió a los 28 años y desde ese entonces nosotros sus dos hijos tuvimos que criarnos con nuestros abuelos mientras ellos trabajaban, entonces yo nunca he vivido en la riqueza no la conozco, no me hayo con ella , ahora en el tema del cual estamos hablando -abusos sexuales- a mí nadie me puede decir que yo siendo obispo de San Felipe me encontré con una confesión de un cura y lo hice desaparecer porque lo mandé a otra Diócesis a otra parroquia o fuera del país, eso no ha sido así, todos han sido castigados, investigados por la justicia canónica y la mayoría de ellos por la justicia civil, dicho de paso tenemos a Sergio Benavides expulsado del ministerio, el padre Francisco quien pidió la dimisión al Papa Francisco y él se la concedió, también lo liberó del celibato y así todos los otros, que hice con el padre Raúl Inostroza, ¿usted cree que los dejé un día más en la Andacollo? lo relevé, lo saqué de ahí y después lo sometí a un proceso penal administrativo hasta que lo cumplió y él ahora no vuelve más a esa Diócesis, porque ya está viejo y está viviendo con su familia y así sucesivamente, entonces desde ese punto de vista yo creo que sí puedo decir con toda la honestidad que creo tener, que a lo mejor no he sido lo suficientemente prolijo en estar con las víctimas a algunas la he visitado otras no están por acá, desaparecieron de acá, imagínese lo de Benavides pasó no se 20 años, pero de todas maneras yo no quiero justificar esto, lo que quiero decir es que las víctimas deben ser nuestra preocupación eso es lo primero, las víctimas.