- Familiares de persona enferma de alzhéimer:
A veces en Chile nos pasa que mientras un problema no nos afecte no nos damos cuenta de las falencias que existen, por ejemplo a la atención de personas con enfermedades mentales, sabemos de los hospitales psiquiátricos de nuestro país, sin embargo, hay personas que están a la deriva.
Es el caso de Héctor Vega Carvajal, un hombre de 57 años que padece alzhéimer, quien luego de estar internado en el Hospital Psiquiátrico de Putaendo por una descompensación, él fue entregado a su madre, una mujer de 67 años que viene saliendo de una operación producto del cáncer que le afectó.
Ella junto a uno de sus hijos, Juan, han buscado un hogar donde internar a su hermano, pero se han encontrado con la sorpresa que por la edad no lo pueden recibir, tanto en hogares del Estado como particulares, en este último caso le han dicho que deben contar con una autorización de la Seremi de salud. Esta situación ellos la dan a conocer porque sienten que hay un vacío legal.
Juan Vega Carvajal es hermano de Héctor e hijo de Alicia Carvajal, “si mira hay un vacío legal en el Gobierno, que indica que estas personas enfermas mentalmente que no tienen la edad para poder postular a un hogar, yo tengo un hermano que tiene alzhéimer y está al cuidado de mi mamá que tiene 77 años y está operada de cáncer, ella está al cuidado de mi hermano porque lo dieron de Alta en psiquiátrico hace más de un mes, entonces ella está complicada, por eso quería instalarlo en algún lugar, ahí se genera un vacío legal que hay en el Gobierno, porque los hogares que hay tanto del Gobierno como pagados no aceptan a una persona que no tengan más de 60 años, para ingresar a una persona así aunque uno le pague tiene que tener un permiso de la Seremi de Salud para ese hogar y poder recién ingresarlo, porque ellos cuando los vayan a fiscalizar pueden mostrar ese documento para que no los multen, podemos estar como muchas personas de esta ciudad de este país para poder ingresar a estas personas, porque en el caso particular de nosotros, mi mamá no puede tener a mi hermano, tampoco lo podemos dejar a la deriva porque está con nosotros, no tiene a nadie más tiene que a una hija pero no está ni ahí, somos once hermanos pero en este caso de enfermedad todos arrancan, nadie coopera, tenemos que tener 400.000 pesos para ingresar a mi hermano y tampoco está el dinero, estamos enormemente complicados con este tema”, señala.
– Pero pese a tener el dinero en el caso que lo tuvieran, igual necesitan una autorización.
– Pese a tener el dinero, ese Hogar tiene que tener una autorización que puede demorarse un mes como puede demorarse seis meses, ahí estamos nosotros esperando, andamos todos los días en la calle hablando con visitadoras, hemos hablado con todo el mundo, hemos recorrido hogares en Quilpué, Villa Alemana y Santiago, buscando una solución para esto y no hay, mi mamá cada día más desesperada, porque resulta que ella con la edad que tiene, más las complicaciones que tiene mi hermano de tener que hacerle todas las cosas, ella está complicadísima eso es lo que más a mí me preocupa.
HABLA SU MADRE
Doña Alicia Carvajal también quiso compartirnos su opinión sobre la compolicada situación que viven como familia.
“Yo soy la que vive a diario la experiencia, es cansador, agotador y al mismo tiempo mucha pena, porque de verlo a él así en las condiciones que está, volvió a ser un niño chico, yo a él tengo que vestirlo, bañarlo, poco menos que darle la comida en la boca, porque si yo le dejo el plato y no le digo hijo come toma la cuchara, él mira el plato nomás, él no atina a comer, eso para mí es desgastador, más encima mi enfermedad, yo dejé todo mi tratamiento todas mis cosas de lado para estar pendiente de él, yo ahora me enfoqué en él nada más, mis remedios a veces los tomo, porque se me olvidan por estar enfocada en él, entonces yo me estoy desgastando día a día, pienso que más adelantes en vez de buscar un hogar para él voy a tener que buscar un hogar para mí, porque en esas condiciones estoy, estoy cansada”.
– ¿Qué edad tiene su hijo?
– Tiene 57 años, estuvo en hospital psiquiátrico de Putaendo dos meses, lo llevé por una descompensación que tuvo y de ahí me lo entregaron, no hubo forma que me lo dejaran allá pese a haberle explicado todas las condiciones que yo tenía; mi enfermedad, no tengo la casa habilitada para tenerlo a él, yo tengo que dormir al lado de la cama de él, peligrando que Dios no lo quiera algún día le dé un arrebato, no sé, se descompense dígame usted ¿qué hago yo sola con él? y yo ahí estoy, esa es mi condición y mi rabia, la injusticia de que el gobierno no tenga una parte un lugar donde tener esta gente, porque hay mucha gente, yo que ahora he andado en los consultorios me he fijado, me pregunto ¿quién atiende a esa gente?, ¿una abuelita? ¿una persona de la tercera edad?, porque no hay nadie joven que se haga cargo de esta problemática, nadie, solamente uno como madre, abuelita, como quiere que sea se encariña con esta gente, porque son sus hijos que va a ser, una hija de él me dijo, porque me había hecho cargo de él, porque no lo había dejado, como uno va a dejar a un hijo en la calle a la deriva, imposible, uno tiene que tratar de protegerlo que uno nunca sabe, es un hijo que está sufriendo y uno también sufre por él.
ALZHEIMER (EA)
Es una enfermedad de causa muy compleja, a veces hereditaria, en que se atrofian ciertas zonas del cerebro. Esto se manifiesta como una pérdida progresiva de la memoria, el juicio y luego otras funciones cerebrales. Corresponde a lo que antes se llamó ‘arterioesclerosis cerebral’.
En Chile hay 200.000 personas que padecen algún tipo de demencia en la actualidad y se espera que esta cifra se triplique en los próximos diez años, según estadísticas del Ministerio de Salud. Hasta el año 2015 había 90.000 con alzhéimer.