Una verdadera tragedia económica están viviendo cuatro comerciantes cuyos carros fueron trasladados desde Calle Prat a Merced, debido a los trabajos de modernización del centro en San Felipe. Se trata de Olivia Malbran, María Teresa Osorio, Juan Bugueño y José Luis Bruna.
Olivia Malbran nos dice que a ella le ha ido tan mal, «me dejaron en una parte mala, bloqueada, la parte que choco con la gente, la calle, la micro me botó el carro el otro día me hicieron tira las poleras, pérdidas además de eso me roban, así es que no hay que hacer, yo estoy al borde de una crisis, estoy al borde, pasan las micros corriendo como loca, me desespera, me botaron el carro quedé con shock, salgo corriendo cuando pasan las micros, estoy económicamente mal estoy un encalillada con un furgón para poder trasladar mis cositas tengo que pagar esas letras, el otro día salí a vender empanadas no vendí nada de malo que está», dice.
Olivia cuenta que en Prat le iba mejor gracias a sus ‘caseras’, ahora la van a ver poco, porque está lejos y sola, «no me dejaron en un lugar apropiado me dejaron sola no me dejaron junta con las demás…hacen lo que quieren en Prat era mejor…mucho mejor quiero puro irme ahí para poder vender poder pagar mis cosas…estoy al borde de la crisis», indica.
En cuanto e ventas, dijo que en Calle Prat venía entre 80.000 y 90.000 pesos y en Merced 12, 15, 20 mil pesos, debiendo con eso pagar almuerzo y a la persona que le ayuda. Comenta también que hasta el momento no ha tenido una respuesta por parte de la autoridad, si van a volver o no a Calle Prat.
Otra de las comerciantes María Teresa Osorio, quien está en la misma situación que Olivia, agregando que «nosotros llegamos acá y éramos como vitrina la gente se bajaba de las micros y nos miraba y yo decía nadie nos pregunta nada lo único que tenemos a favor es el banco y lo demás la gente pasa, pasa como si nosotros fuéramos vitrina no es ni comparable lo que vendíamos allá imagínese que hay veces que vendemos ocho mil pesos y tengo que pagarle a mi hermana que me ayuda, pagar mi almuerzo a veces mi esposo me tiene que ayudar porque salgo para atrás, desde el 18 que no voy a comprar mercadería, ese día tuvimos que pagar patente…permiso…permiso pague Julio, Agosto y la patente de este año que vence en Enero y de ahí quedé debiendo septiembre y octubre a todos nos ha pasado lo mismo a todos los colegas nos pasa la misma situación, no podemos vender más porque la calle no da para vender aquí, algunas caseras nos ubican, la gente no viene para acá y los que atraviesan nos hacen el quite, si están todos los lavadores de autos nosotros hemos tenido muchos problemas con ellos, no son considerados ellos al vernos a nosotros, yo llego a las siete de la mañana, barro, traigo las cosas desde donde me la guardan y estoy aquí hasta las siete y media que guardamos por guardar, el día sábado pasado vine todo el día y en la tarde no vendí absolutamente nada…nada…se fue la señora Olivia, el Juan y quedé yo con mi hermana y nada, sabe estaba acalorada…choreada», señaló.
– ¿Cuál es la solución que ven ustedes para esto?
– No sé, don Ricardo León jefe de inspectores dice que se está haciendo una reunión para ver qué harán con nosotros, de darnos una solución van a tener que darnos una solución, de aquí nos van a tener que sacarnos, le pedimos a don Patricio Freire que se ponga la mano en el corazón, me está dando para pagar el agua, la luz, para comer y nada más, para pagar mis cosas realmente no da.
También José Luis Bruna, comerciante que estaba en Prat con Portus, nos dice que le ha ido mal, «mira la venta desde que estamos aquí nosotros, dos meses, bajó a la mitad de lo que vendíamos en calle Prat y es perjuicio porque con esa plata nosotros tenemos que vivir, y todo lo que significa pagar en una casa entonces sería bueno que nos devolvieran el lugar porque después de todo nosotros estamos pagando y mucha gente que sigue trabajando a la mala y no le hacen un beneficio a nadie porque todo tiene que ser normalizado, trabajan más tranquilos los que no pagan que nosotros, entonces deberían devolvernos el lugar que la autoridad se pusiera una manito en el corazón y nos devuelvan el lugar» dijo Bruna.
– ¿Cuándo vendes aquí más o menos?
– Mira aquí se están vendiendo 12.000 y 8.000 pesos, y allá donde estaba se vendía sobre los 30.000, pero no todos los días, yo trabajo hasta las dos de la tarde, no trabajo en la tarde porque tengo mi taller en la casa, entonces de las dos y media a cuatro y media no anda nadie en el centro, entonces yo produzco más en mi casa, cada uno ve cómo organiza su trabajo pero definitivamente este calle es mala.
MALA SITUACIÓN
Finalmente Juan Bugueño de inmediato nos dice que es mala la realidad que están viviendo en Calle Merced, «se vende muy poco, el cambio era por 60 días pero no han terminado la calle donde estábamos antiguamente y aquí es poco lo que se vende, porque la gente se baja y pasa vamos a tener que pedir un préstamo para poder seguir echándole mercadería al carro, porque no nos alcanza para reinvertir, se vende 15 a 20 mil pesos se va comiendo, pagando permiso y todas las cosas por eso no va quedando plata».
Nos recuerda que él trabajaba en Calle Prat casi frente a Carnes Kar, donde los clientes los conocen hace años.
– ¿Cuánto vendía en calle Prat?
– Ahí vendíamos setenta, ochenta mil pesos, no vendíamos 15 a 20 lucas como ahora, lo más malo que se vendía eran cuarenta mil pesos (Calle Prat), acá la gente no está acostumbrada a comprar, acá se baja y pasa allá, no porque teníamos la clientela hecha y aquí no se vende nada.
– ¿Cómo esperan revertir esta situación, esto es definitivo para ustedes?
– Mire, dijeron que eran por 60 días, pero actualmente no sé si la autoridad va a indicarnos que debemos cambiarnos más allá, pero no nos han dado ninguna solución, estamos esperando terminen la calle, porque eso nos dijeron terminando las calles veamos qué podemos hacer hasta el momento no tenemos ninguna solución.
– ¿No les ha convenido la reubicación?
– No nos ha convenido, resulta que acá no es para vender, llega mucho vehículo, se tapan los carros con los vehículos.
– ¿Podemos decir qué están a punto de perderlo todo a punto de quedar en la calle?
– Claro, si el carro es algo tradicional y ya no está dando para subsistir, francamente en dos meses más nos vamos a comer todo el capital, yo vivo con mi pareja, tenemos hijos estudiando, en la casa se gastan 200.000 pesos en gastos básicos y esto no está dando.
– ¿Es una triste realidad?
– Lamentablemente, y la estamos asumiendo callados, andar reclamando si no hay solución de por medio.
– ¿Qué se le puede decir o pedir a la autoridad?
– Bueno, que nos traten de ubicar donde estábamos antiguamente y que si quieren avance de la ciudad que avancemos todos juntos, que nos ayuden a nosotros los carros que somos un patrimonio de la ciudad.