El Director Regional, Tomás Ochoa, visitó las obras que benefician a 40 familias de la comuna y destacó que estos proyectos mantienen viva la forma de vida clásica de la comuna.
El centro de Putaendo, declarado Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales, se compone de viviendas construidas principalmente de adobe. Un material que con el paso de los años las vuelve vulnerables, haciendo necesaria la reparación de estas casas que datan desde comienzos del siglo XX.
Para atender esta necesidad, el Serviu de Valparaíso está desarrollando una experiencia piloto a través del Programa de Protección al Patrimonio Familiar, en 40 de estas viviendas. Esto con el objetivo de recuperar su estructura, conservar su valor histórico, pero optimizando las condiciones de habitabilidad para las personas que viven en ella.
«Lo que se ha hecho acá es algo bastante novedoso y que nosotros como Servicio de Vivienda y Urbanización valoramos mucho, que es que las políticas públicas actuales, el Programa de Protección al Patrimonio Familiar, se adapta para proyectos que tienen ciertas particularidades», sostuvo el director regional, Tomás Ochoa.
Una de las beneficiadas con estos trabajos es la señora Irma Alvarado Méndez, cuya familia vive hace más de 80 años en una de las casas ubicadas en la calle Aspee. «Mis abuelos la compraron usada, porque esto era una panadería. Es decir, esta casa tiene bastantes años», comentó mientras muestra las obras terminadas que significaron que la propiedad dejara de lloverse en el invierno, principalmente en la cocina, el pasillo y el baño, brindando una mejor calidad de vida a su madre que tiene más de 90 años.
Por ello, en este caso, los trabajos se concentraron en la instalación de canaletas y bajadas de aguas lluvias, mejoramiento de la aislación térmica y barrera de humedad. Al tiempo que se cambiaron los cables de la luz y se reforzó la estructura de la vivienda.
«Esto para nosotros fue una bendición de Dios. Aparte que el proyecto que hicieron fue bueno. Me dejaron todo muy lindo, cómodo porque no me lloví», y eso es lo que la tiene más contenta por la salud de su madre. «Yo la puedo sacar y ella va a estar abrigadita, que ella no va a andar mojándose los pies porque era espantoso como se llovía. Ahora por lo menos el año pasado nada», dijo la señora Irma.
En línea con lo anterior, Tomás Ochoa destacó que lo que se está haciendo en estos proyectos es preservar una forma de habitar que tienen las familias de Putaendo: «Aquí se están restaurando viviendas de adobe, recuperando tejas chilenas, pero además mejorando las instalaciones eléctricas, por tanto la seguridad de las familias; y finalmente dándoles una mejor calidad de vida a un grupo de familias que han permanecido y han cuidado este patrimonio familiar», resaltó el director regional, quien estuvo de visita en la provincia de San Felipe para conocer los alcances y beneficios de este trabajo piloto.