Decisión adoptada por el pontífice es inapelable:
Luego de años de procesos canónicos, el Obispado de San Felipe de Aconcagua informó que la Iglesia determinó dimitir de su estado de clerical al sacerdote y expárroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Los Andes, por las acusaciones de abuso sexual en su contra.
El caso se prolongó por varios años donde la Iglesia investigó las denuncias en contra de quien llegara a ser párroco de La Asunción en la ciudad de Los Andes. De esta manera “el proceso administrativo penal en contra del Padre Humberto Henríquez López ha finalizado”, señaló el Obispado en un comunicado. La Diócesis de Aconcagua señaló que “la Congregación para el Clero ha rechazado el recurso” que había interpuesto Henríquez y “ha confirmado el decreto condenatorio emanado por el Sr. Administrador Apostólico de fecha 5 de julio de 2019”.
“En consecuencia el Santo Padre ha emitido con fecha 18 de diciembre de 2019, el rescripto de dimisión del estado clerical”, con el que Humberto Henríquez queda fuera del clero de la Iglesia diocesana y universal. Cabe mencionar que esta decisión es de carácter inapelable y que no contempla recurso alguno que la pueda revertir, detalla el documento.
Cabe recordar que en julio del año pasado el Cura Henríquez fue encontrado culpable de los delitos de Abuso Sexual y Abuso de Consciencia de dos varones mayores de edad. Finalmente El Obispado de San Felipe reiteró su compromiso con la verdad y la caridad en este tipo de hechos.
ASÍ OCURRIÓ
Los hechos fueron denunciados en 2012 por un exseminarista M.P.L., quien en 1992 cuando se encontraba alojando en dependencias de la Parroquia Santa Rosa y fue en esas circunstancias en que el Cura Henríquez lo habría abusado.
“Nos sentamos a comer y al rato me sentí absolutamente mareado. Hoy creo, de verdad, que fui drogado. Me sentía mal y me acosté en un colchón al lado de su cama. Me dormí. No sé cuánto rato pasó pero me desperté cuando él estaba practicándome sexo oral. Salté, lo empujé y comencé a retarlo. De inmediato me dijo que no lo malinterpretara y me ofreció dinero”, afirmó el hombre.
Relató que un año después de este episodio el padre Humberto le habría reconocido los hechos y le dijo que se trataba de una ‘iniciación’ y si la aceptaba podía conseguir cualquier cosa en la jerarquía de la iglesia. “En esta parroquia era un desfile de gente que entraba a las piezas durante las noches y finalmente varias veces los pillé viendo películas porno homosexuales”, manifestó.
En su declaración, el exseminarista afirmó que “en más de una ocasión, conversando con otros sacerdotes, escuché a Henríquez hablar abiertamente de conductas homosexuales usando expresiones como prestar el poto o salir a maraquear”.
Por fin la Iglesia se está haciendo cargo de una de los miles de asquerosos curas. Faltan muchos más que caigan.
Viejo asqueroso ojalá pague con horrores lo que hizo. Tanto daño irreparable; porque por cierto ni la iglesia ni él pagarán los tratamientos psicológicos que podrían reparar en algo el trauma
Y que sacamos con que no haga mas misa el cura. Debería irse preso hasta que se muera con esos «castigos»que impone la iglesia generalmente solo los mandan a la comodidad de vivir en un convento atendido por las monjas