Alicia del Carmen Cuevas Díaz murió a los 80 años este domingo:
Hoy en Diario El Trabajo queremos mostrar a nuestros lectores y con todo el respeto que corresponde para la protagonista de esta historia y de sus familiares, cómo fue despedida ayer lunes en Bucalemu una de las empresarias locales dueña del Restaurante Valeria, doña Alicia del Carmen Cuevas Díaz, de 80 años de edad, luego que el Coronavirus le arrebatara la vida.
‘Carmencita’, como era conocida esta vecina, llegó del sur hace 50 años. Siempre fue luchadora, porfiada en que ella algún día tendría su propio restaurante. Arrendaba locales para sacar adelante a su familia junto a su esposo Luis Iván Villanueva, con quien sacó adelante a sus dos hijas: Valeria y Noelia.
En 1995 dejó de arrendar local y se apostó todas sus fichas al comprar su casa y en el mismo terreno poner su restaurante, su sueño lo había cumplido, logrando también ganarse con los años el cariño y apoyo de todos en Bucalemu, su clientela creció y le hacía también el peso a otros empresarios en el sector.
LA TRAGEDIA
La semana pasada ella se sintió mal, los síntomas del Covid-19 se hicieron presente y en tan sólo 72 horas Carmencita falleció en el Hospital San Camilo el domingo a las 9:30 horas, dejando a sus familiares y a todos en Bucalemu sin habla. Su querida Carmen Cuevas, ‘la Alegría de Bucalemu’ había dejado de existir.
«Les agradezco este gesto. Ella siempre fue una mujer muy luchadora y emprendedora, siempre ayudando a los demás. Ella me crió y me enseñó ser una mujer fuerte, lo más terrible es no poder despedirla como se lo merecía y poder acariciarla. A los lectores del diario y a mis vecinos les digo que tomen conciencia, este dolor no se lo deseo a nadie. Ella dejó dos hijas y una nieta, a mí que me crió, porque ella es mi madre, también dejó siete nietos y cinco bisnietos, y a su compañero de 33 años con quien compartió toda una vida juntos», comentó emocionada a Diario El Trabajo la nieta de Carmencita, Valeria López Astorga.
SUS FUNERALES
Los funerales de esta ejemplar vecina fueron sin cuerpo presente. Vecinos y familiares instalaron un pequeño altar con su fotografía en la entrada de su casa, algunos rezaron, otros cantaron himnos, pero todos en el barrio estaban muy dolidos con su deceso. La carroza fúnebre llegó con el cuerpo de la vecina, sus vecinos salieron a despedirla con un estruendoso aplauso masivo, en la esquina de la calle donde ella vivía también dejaron un enorme cartel con una dedicatoria. Sus restos mortales desde el mediodía de ayer lunes descansan en el Cementerio Municipal de San Felipe, en El Almendral.
Todo el personal administrativo, gerencial y periodístico de Diario El Trabajo nos unimos al dolor de los familiares de esta empresaria, esperando que tengan fortaleza y resignación. ¡Descansa en Paz Alicia del Carmen Cuevas Díaz!
Roberto González Short
