PUTAENDO.- La Dirección de Obras Hidráulicas autorizó, en forma oficial, a la empresa OHL para que pueda derribar los corrales ubicados en el sector de El Chalaco, lugar donde se está sacando el material de relleno para la cortina del embalse, luego de un acucioso estudio arqueológico e histórico, que permitió descubrir restos de más de 2000 años de antigüedad.
El jueves de la semana pasada, el Inspector Fiscal de la Obra de Construcción del Embalse Chacrillas, el Ingeniero a cargo de la empresa OHL, representantes de la DOH, el Alcalde Guillermo Reyes, la Directiva de la Junta de Vigilancia del Río Putaendo, además de una destacada arqueóloga, se reunieron en dependencias de la junta de vigilancia, para analizar el futuro de los corrales del sector El Chalaco, entre otros temas.
Restos Milenarios
El Inspector Fiscal informó que luego de un profundo análisis y estudio, estos corrales no tendrían una antigüedad significativa para estar protegidos por alguna ley, lo que ya había sido dejado en claro por el Estudio de Impacto Medioambiental, por lo que sería necesario botar estas estructuras, pues ahí se debe sacar el material que la empresa necesita para el relleno de la cortina, agregando que casualmente los estudios arqueológicos lograron encontrar prácticamente debajo de estas pircas restos de más de 2000 años de antigüedad, por lo que en un perímetro de más de una hectárea y media se deberán desarrollar trabajos especializados para recuperar todo lo que ahí encuentre y trasladarlo al Museo Nacional.
La Junta de Vigilancia y el Alcalde Guillermo Reyes solicitaron formalmente al Inspector Fiscal y a la empresa OHL no botar las piedras que conforman los corrales y construir nuevamente los corrales en otro sector de El Chalaco, tomando en cuenta dos motivos fundamentales, los cuales serían, primeramente, mantener la Presencia Histórica que representa para la comunidad estos corrales, y seguidamente, el uso e importancia que tienen para quienes trasladan sus animales en la época de veranadas, y que en ese sector proceden a realizar la tradicional actividad denominada como «Rodeo», que es donde los baqueanos juntan y luego separan el ganado de cada propietario.