AMARGURA.- Visiblemente afectada por tener que relatar su amarga experiencia, Karina León explicó a Diario El Trabajo su caso.

AMARGURA.- Visiblemente afectada por tener que relatar su amarga experiencia, Karina León explicó a Diario El Trabajo su caso.

Sin la capacidad de poder tener hijos y ahora enfrentando un agresivo cáncer de vejiga, así quedó una sanfelipeña luego que por años su ginecólogo sólo le diera palmaditas en la espalda y la mandara para su casa.
Llorando como se llora cuando se sufre en profundidad. Pidiendo respuestas y también un proceso justo en donde se le indemnice por haber perdido sus órganos reproductivos a raíz de un cáncer cervicouterino que según ella pudo ser tratado a tiempo, visitó la tarde de este lunes nuestra Sala de Redacción la señora Karina León Fre, quien entre lágrimas relató cómo su vida ha estado al filo de extinguirse por la supuesta indiferencia de un médico del Hospital San Camilo.
Según el relato de León Fre, vecina de Tocornal, pero quien se atiende en el consultorio de Curimón desde hace casi diez años, ella presentaba serio sangrado y fuertes dolores en sus genitales, por lo que fue remitida a Ginecología del Hospital San Camilo para ser atendida.

«ESTOY DESTROZADA»
Es en ese centro hospitalario en donde, según su relato, a ella se le dice que ‘son achaques de vieja’ lo que tiene, y que estaba muy joven para estar preocupada por ello. Diario El Trabajo habló con esta mujer, quien luego que fuera intervenida en Valparaíso, nos compartió su historia.
– ¿A quién está usted denunciando y cómo empieza su historia?
Yo estoy demandando (denunciando) al Doctor Héctor Orellana, Jefe de Ginecología del Hospital San Camilo. Yo me atendía periódicamente en el consultorio de Curimón en 2006, pues presentaba yo mucho sangrado y dolor vaginal. Luego que me hicieron los exámenes de rigor me remitieron a Ginecología del San Camilo.
– ¿Cómo evolucionó su caso ya en San Felipe?
En San Felipe fui atendida por el Doctor Héctor Orellana. Él me revisó y me dijo que no tengo nada. Así transcurrieron los años, siempre con los dolores y sangrados y este doctor siempre me examinaba y me decía: ‘chiquilla no tienes nada’. Yo seguía insistiendo en que algo malo me pasaba, pues no dejaba de sangrar, yo tenía entre 35 y 36 años en aquel tiempo.
– ¿Cómo te enteras que tu sangrado es a causa de un cáncer?
Fue hasta 2011 cuando yo pedí que me atendiera mejor otro médico. Me atendió el Dr. Ramírez y él al tiro me revisó y dictaminó cáncer cervicouterino invasor; esto pese a que yo me hacía mis PAP como correspondía, yo pedí explicaciones y nunca me dieron respuesta.
– ¿Qué explicaciones le dieron en el San Camilo?
Pedí explicaciones al mismo Doctor Orellana, al entonces Director del hospital, el señor Alberto Altermatt, pero nadie me da hasta el día de hoy una respuesta a mi situación. Ellos nada me planteaban, aseguraron que el Dr. Orellana todo lo había hecho bien, que él nunca actuó negligentemente.
– ¿Los otros médicos, te trataron mejor?
Sí, el Doctor Ramírez me transfiere al Doctor López, de ahí me llevan inmediatamente a Valparaíso en junio de 2011. Ya en agosto yo estaba operada, pero a los cinco meses el cáncer se me ramificó, me operaron de nuevo, me hicieron ‘Quimio’ y radioterapia. Lo que más duele es recordar cómo durante todos esos años el Doctor Orellana me daba palmaditas en la espalda y me decía ‘estás bien chiquilla, estás muy joven como para tener esos ataques de vieja’.
– ¿Alguna vez pudiste hablar con el Dr. Orellana?
Sí. Yo en una ocasión después de mis operaciones, pude hablar con él delante de otros médicos, le dije que mi caso no se trataba de achaques de vieja, que era un cáncer cervicouterino invasor, que si él hubiera hecho bien su pega yo no habría perdido todos mis órganos reproductivos y hoy tendría a mi conchito a mi lado, pues planeaba con mi esposo tener un hijo más.
– ¿Qué trámites haz realizado a nivel administrativo y penal?
A nivel administrativo nunca recibí explicaciones, el expediente médico mío estuvo ‘perdido’ durante varios meses, hice mis reclamos y al tiempo apareció, pero ya muchísimas hojas de menos, sólo una anotación del Doctor Orellana. A nivel penal yo interpuse una demanda ante la Fiscalía de San Felipe el 16 de octubre de 2014, entiendo que el Fiscal Fajardo es quien tiene mi caso, estoy a la espera.
– ¿Cómo te ha afectado esta grave situación?
Como ser humano me siento muy mal, estoy con psicóloga, es terrible (llanto) pensar que yo tenía 36 años, que planeaba tener mi ‘conchito’ para verlo crecer, pensar que hice mis cosas bien, todos mis exámenes a tiempo y para nada, vivir esta experiencia no se lo deseo a nadie, esto me destruyó completamente (llanto). Oír la palabra cáncer es muy diferente escucharla a vivirla, es terrible, y sigo con cáncer aún a la vejiga (…) mucha gente me ve serena por fuera, pero por dentro llevo un dolor muy grande.
– ¿Palabras para el doctor que te atendió?
Yo le digo al Doctor Orellana, que se ponga una mano en el corazón, me quitó el derecho a volver a ser mamá, él estudió para salvar vidas, no para matar, porque a mí, estuvo a punto de matarme, porque si yo me sigo tratando con él, ya en 2012 yo habría muerto».

DOCTOR ORELLANA GUARDA SILENCIO
Diario El Trabajo quiso contactar al Doctor Orellana a través del departamento de comunicaciones del Hospital San Camilo, sin embargo el mismo galeno prefirió no dar explicaciones y fue el mismo hospital el que en un escueto comunicado dijo lo siguiente:
«El Hospital San Camilo desde los inicios de su tratamiento ha buscado en todas las solicitudes de la usuaria, disponer las soluciones para su correcta atención, entregando toda la información existente y respondiendo todas las consultas realizadas, trabajo que seguirá haciendo junto con las atenciones clínicas que requiera la paciente ya que el equipo clínico ha manifestado su voluntad de resolver desde todo ámbito las necesidades de la Sra. León, tal como ha sido hasta ahora, a través de sus controles en el Policlínico de Patología Cervical y a través de las atenciones psicológicas que se le han entregado periódicamente durante el último tiempo, que buscan junto con resolver sus necesidades clínicas, aportar un apoyo emocional a su proceso de recuperación integral».
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl

 

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