Hasta el párroco de la Catedral de San Felipe, padre Fabián Castro, manifestó en su homilía que en su periplo por Chile escuchó de los ‘Helados Olguín’, todo esto a propósito que ayer, a eso de las 15 horas y con un templo repleto, fueron despedidos los restos de don Hugo Olguín Cataldo.
Una vez finalizada la misa se realizaron discursos por parte de familiares y la primera autoridad local, alcaldesa Carmen Castillo, recordando la relación que tuvieron en vida con don Hugo, destacando la calidad humana del apreciado vecino, sus gustos por el buen vino, las ‘piscolas’, jugar al ‘cacho’, además de amigo de sus amigos.
Luego vino el retiro de la urna que llevaba los restos de don Hugo. Afuera familiares, entre ellas su hija Ester, recibían muestras de afecto, abrazos, mensajes de ánimo, fuerza en estos momentos en que se ha perdido un ser querido, teniendo en cuenta que ambos padres ya no están con ellos, recordando que en el año 2017 falleció su madre Carmen Alarcón.
Después de recibir las muestras de cariño, su hija Ester Olguín se dio el tiempo, el cual agradecemos, para conversar con nuestro medio, donde de inmediato se mostró muy agradecida de corazón con tantas muestras de cariño, «de afecto, no solamente del entorno de nuestras familias, amistades, sino que de muchas personas que reconocen a la familia como tradicional de San Felipe, que los llevan en el corazón hasta el día de hoy, y agradecidísimos que se hagan presentes demostrando el cariño, la fidelidad, la lealtad que ha manifestado siempre la comuna respecto a lo que es ‘Helados Olguín’, así es que agradecidísima por esta convocatoria, las muestras de afecto y de verdad han sido momentos lindos pese a la tristeza, la pérdida que como hija lamentamos enormemente, mis hijos también, es un dolor tremendo, pero se ha reconfortado con la compañía, el cariño que ha estado presente desde que él partió y desde antes», dice.
– Como se dijo en uno de los discursos, ‘quien no come un helado Olguín, no conoce San Felipe’.
– No, no conoce San Felipe, sí, es cierto.
– El padre dijo en su homilía que había estado en distintos lugares y de San Felipe ya había escuchado de ‘Helados Olguín’.
– Exacto, helados Olguín de verdad cuando yo estaba en la Universidad, fui a estudiar a Valparaíso, reconocían, decían ‘¡oh San Felipe, helados Olguín!’, y lo más chistoso que era la hija y les decía ‘Olguín’, yo soy hija, y así me ha pasado en muuuuchas partes de Chile y gente del extranjero que todavía mantienen ese recuerdo.
– ¿Cómo fueron los últimos días de su padre, se fue tranquilo, en compañía de la familia?
– Él se fue tranquilo, acompañado de su familia, y sí, se fue tranquilo, en paz, así es que gracias por esta nota.
– Un recuerdo de él en una frase o palabra.
– Recuerdo… uff yo creo que es… amor infinito.
También conversamos con una de las trabajadoras de Helados Olguín, Lilian, quien nos contó que trabajó con don Hugo 7 años. Hace diez años se fue por razones familiares y ahora volvió a trabajar de nuevo.
Sobre don Hugo nos cuenta que era «muy buen patrón, bueno para la talla, muy generoso con la gente, y bien dijeron adentro que él ayudaba mucho a cambio de nada», señala.
– ¿Lo va a echar mucho de menos?
– Obvio y tengo un muy buen recuerdo.
Finalmente sus restos fueron llevados al Cementerio Municipal Alcalde Matías Tapia.