INVITADOS DE LUJO.- Ellos fueron los invitados especiales del evento, el facilitador intercultural Juan Vielma y el Lonco Isaac Canio, ambos representantes de pueblos nómadas originarios.

INVITADOS DE LUJO.- Ellos fueron los invitados especiales del evento, el facilitador intercultural Juan Vielma y el Lonco Isaac Canio, ambos representantes de pueblos nómadas originarios.

Gran algarabía se vivió la mañana de ayer miércoles al interior del Instituto Abdón Cifuentes de San Felipe, en la celebración del We tripantu, el Año Nuevo Mapuche, que realizaron los profesores y estudiantes de esa casa de estudios. Cientos de niños y jóvenes disfrutaron con entusiasmo de la ceremonia, misma que se realiza cada seis meses, o sea, dos veces al año.
«Hace muchos años el Padre de la Patria Bernardo O’higgins, tuvo en su proyecto de gobierno el incorporar a la educación de Chile el aprendizaje del dialecto mapudungun, y más aún, hace 200 años, O’higgins nos decía en una carta: Araucanos, cunchos, huilliches y todas las tribus indígenas australes, ya no os habla un presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada; os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está a punto a ratificar este reconocimiento por un acto público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran carta de nuestra alianza, para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros estados», comentó a Diario El Trabajo el profesor de Historia del IAC, Jaime Sepúlveda.
La nueva salida del sol y de la luna es un día sagrado para los mapuches, ya que es el día más corto del año, correspondiendo al comienzo de la época más fría del año, en este nuevo periodo la tierra comienza a limpiarse con el agua que envía Ngenechén, a través del Ngen-ko (el espíritu del agua).

DANZA Y MÚSICA
Las actividades propiamente desarrolladas en el patio principal del IAC, estuvieron a cargo de la Profesora Pamela Rosas, el profesor de educación musical Cristian Varas Guerrero y del mismo Sepúlveda, quienes coordinaron con sus estudiantes cada acto presentado. Esta celebración se realiza en el solsticio de invierno austral (el día más corto del año en el hemisferio sur) entre el 21 y el 24 de junio.

LONCO INVITADO
Diario El Trabajo habló con los invitados especiales del evento, el facilitador intercultural Juan Vielma y el Lonco Isaac Canio, ambos representantes de pueblos nómadas originarios, quienes cantaron alegremente varios temas religiosos de su pueblo ante el gran público infantil que les aplaudió.
Quienes también brillaron en este Año Nuevo Mapuche, fueron los estudiantes de del profesor de educación musical Cristian Varas Guerrero, quienes interpretaron una canción de Violeta Parra, El Guillatún, también los alumnos de Pamela Rosas interpretaron una danza ancestral, con la que lograron ‘hipnotizar’ a todos los presentes.

¿EN QUÉ CREEN  LOS MAPUCHES?
Los mapuches observaban que comenzaba el invierno. Creían que ese cambio era regido por la luna, que provocaba los brotes de vegetales y la reproducción de los animales. En este nuevo periodo la tierra comienza a limpiarse con el agua que envía Ngenechén (Dios) a través del Ngen-ko (‘el espíritu del agua’), lo que provocaba un nuevo ciclo, que implicaba el término del ciclo anterior de preparación del suelo, siembras, cosechas y la naturaleza debe limpiar y preparar la tierra para otro periodo y así sucesivamente.
Todos debían participar, ya que los adultos, los niños y toda la diversidad de los seres vivos eran beneficiados del sol, que es el padre que aporta, a través de su energía masculina (opuesta y complementaria a la Tierra femenina), para que se produzcan alimentos para todos los seres vivos, no sólo a los humanos. Es una fiesta de agradecimiento por la vida que se renueva. Se dialoga con el sol, porque creen que el sol está vivo, porque están contentos de que vuelva y con él sienten que los humanos vuelven a crecer. La concepción del tiempo de los mapuches lo antiguo se renueva siempre es distinta a la que se tiene en Occidente, en la que lo antiguo queda atrás y sólo se puede recordar. Si bien la física haría cambiar la idea holística de linealidad del tiempo (desde Galileo como primera piedra) la burguesía de occidente la tomó como referencia central para su proyecto industrial, en otras palabras, los mapuches no miden el tiempo ni tienen edad.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl

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Gran algarabía se vivió la mañana de ayer miércoles al interior del Instituto Abdón Cifuentes de San Felipe, en la celebración del We tripantu, el Año Nuevo Mapuche, que realizaron los profesores y estudiantes de esa casa de estudios. Cientos de niños y jóvenes disfrutaron con entusiasmo de la...