Preocupación existe en la Corporación Ciem Aconcagua, por el inminente peligro en que se encuentra el Santuario del Ciprés, ubicado en El Asiento.
Preocupación existe en la Corporación Ciem Aconcagua, por el inminente peligro en que se encuentra el Santuario del Ciprés, ubicado en El Asiento.

Preocupación existe en la Corporación Ciem Aconcagua, por el inminente peligro en que se encuentra el Santuario del Ciprés, ubicado en El Asiento, a propósito del proyecto de ampliación de la Mina Clarita, que es propiedad de inversionistas chinos, y que se encuentra en proceso de evaluación ambiental. El Santuario del Ciprés es un patrimonio de la naturaleza único en el mundo y corresponde a un parque compuesto por un total de 457 cipreses cordilleranos, que se emplazan en el Cerro El Tabaco, con una data de 1.800 árboles.

«Actualmente se están reproduciendo de manera vegetativa en forma muy lenta, porque están en una condición de relicto, es eso quiere decir que una variedad de árboles se descontinúa de su especie, están en una forma aislada, y por lo tanto, tiene una regeneración muy lenta», explicó Jorge Razzeto, Director Ejecutivo de la Corporación Ciem.

El profesional puntualizó que los cipreses de El Asiento son los existentes más al norte del planeta, aseverando en este sentido que «este santuario debería ser considerado de un valor universal, motivo por el cual estamos trabajando para que eso sea reconocido, ya que estas 457 especies se declararon patrimonio de la naturaleza el año 2006, los que pertenecen a la comunidad de El Asiento que la componen 106 comuneros, los que renuncian a la explotación para dedicar el sector a la conservación, entendiendo que este es el mayor valor patrimonial que tiene la comuna».

Explicó que lamentablemente el Santuario del Ciprés está frente a un inminente peligro por el proyecto de expansión presentado por la Mina Clarita, que es explotada en el sector por empresarios chinos.

«Esto constituye una amenaza para el Santuario, porque esta empresa china ha presentado una ampliación de tres veces su actual capacidad operativa, y eso implica la instalación de tres a cinco relaves de acumulación de desechos de las faenas mineras en el mismo lugar. Ahora, lo grave de esta declaración es que en ningún momento habla de la existencia del Santuario del Ciprés, que es inmediatamente vecino a la mina y tendría un impacto directo sobre el lugar donde están las especies», explicó Razzeto.

Añadió que «si la mina en su actual operación ya tiene un impacto, una ampliación en su declaración de impacto ambiental tendría que incluir el Santuario, porque las faenas mineras indudablemente que alteran el ecosistema y establece un grave daño en la cuenca hídrica que ha permitido que estos árboles hayan sobrevivido 1.800 años».

Precisó que si la minera extrae aguas subterráneas, estas son las mismas que hay arriba donde están los cipreses y eso significa que estos árboles se van a secar o tienen alto riesgo de morir. El profesional indicó que para defender la postura de defensa del Santuario del Ciprés, un equipo de científicos está trabajando en las implicancias de la eventual ampliación de la mina. «Específicamente se está trabajando sobre la incidencia que tiene sobre el santuario, que es lo único que nos interesa. Porque nosotros no nos oponemos a que la mina opere, pero lo que queremos es la estos empresarios hagan las cosas bien y colaboren con la preservación de los cipreses, o sea que no dañe el Santuario», indicó.

En ese afán, los directivos de la Corporación Ciem están sosteniendo una serie de reuniones con autoridades para darles a conocer la situación y pedirles el apoye para evitar que el Santuario del Ciprés se vea afectado. Asimismo, están trabajando con la comunidad de campo de El Asiento, pese a que admite que esta entidad no tiene la capacidad, ni los medios para incorporar sus observaciones al tema del estudio de impacto ambiental. «Por lo tanto, la idea es que los distintos organismos técnicos competentes a nivel nacional, se hagan cargo de la situación, porque todavía hay plazo ya que este se amplió para la presentación de observaciones y nuevas solicitudes, que la empresa debería responder», añadió el Director Ejecutivo de Ciem.

En tanto, el Presidente de la Corporación, Jorge Ahumada, fue categórico en señalar que los antecedentes que existen de la Mina Clarita hacen que no se pueda estar tranquilo; explicando que han incumplido la normativa durante todo el tiempo que llevan funcionando.

«Incluso, nadie puede llegar a la mina a fiscalizar, ha habido muertes en sus faenas, y la verdad es que hubo muchas observaciones a lo que pretenden hacer, además, que curiosamente muchas de estas cosas las tienen hechas, y ahora están tratando de presionar para que les autoricen obras que ya están hechas, es decir se arrancan con los tarros. Por ejemplo están sacando agua de un pozo que no tienen autorizado, y es más, llega a tanto la patudez, que le piden un estudio hidrogeológico, y responden mandando un análisis de agua que ellos mismos sacaron de un pozo que se suponen tienen ahí», manifestó.

 

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