Alcoholemia arrojó 1,69 gramos de alcohol en la sangre:
- Imputado fue declarado culpable en juicio desarrollado en el Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe, tras el procedimiento policial efectuado el 3 de junio de 2018 en la comuna de Llay Llay.
El Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe condenó a un sujeto identificado como Francisco Javier Urbina Carreño, a cumplir una condena de 541 días de presidio efectivo, esto luego que fuera declarado culpable de conducir una motocicleta en estado de ebriedad, con 1.69 gramos de alcohol en la sangre, en la comuna de Llay Llay.
La investigación de la Fiscalía de San Felipe determinó que la madrugada del día 3 de junio de 2018, a eso de las 01:30 horas, el actual sentenciado habría conducido una motocicleta marca Takasaki en estado de ebriedad y sin haber obtenido licencia para conducirla, desplazándose por calle Balmaceda en la comuna de Llay Llay.
En esos momentos personal de Carabineros observó al motociclista efectuar maniobras de zigzagueo, por lo que se procedió a efectuar una fiscalización, haciendo uso del sistema luminoso y sonoro para lograr detener la conducción del móvil.
Sin embargo este conductor, al advertir la presencia de Carabineros, aceleró la motocicleta para impedir ser detenido, fugándose en dirección a calle El Salitre de esa localidad, hasta perder el control del móvil y caer al suelo.
Los funcionarios policiales se percataron del estado de ebriedad del individuo efectuando el examen respiratorio (alcotest), arrojando un resultado 1.44 gramos de alcohol por mil de sangre.
Posteriormente la alcoholemia de rigor efectuada en un centro hospitalario, arrojó finalmente el resultado de 1.69 gramos de alcohol por mil de sangre.
Urbina Carreño, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva por otra causa, fue declarado por los jueces del Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe, culpable del delito consumado de conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad, sin haber obtenido licencia para conducir.
Los Jueces de este Tribunal impusieron una condena de 541 días de presidio por este delito, sin ningún beneficio, obligando al sentenciado a cumplir la sentencia en la cárcel.
Pablo Salinas Saldías
Jjajajaa y los políticos ladrones sueltos