No existen dos lecturas en relación a que la campaña de Unión San Felipe, en el torneo de Transición, ha estado muy por debajo de lo esperado. Muestra de ello es que a falta de tres jornadas para que expire la competencia, el equipo albirrojo que se armó para ascender a la Primera A ya no tiene opciones de cambiar de categoría, por eso se entiende las medidas que ayer comenzaron a aplicarse al plantel por parte de la dirigencia unionista.
Para comenzar, los jugadores Fernando Martel, Matías Urbano, Marcos González, Bladimir Fernández y Christian Sepúlveda, recibieron el correspondiente finiquito. A ellos se les canceló hasta el día 12 de mayo, que es la última fecha del campeonato. La medida tiene como objetivo que el cuerpo técnico pueda evaluar en partidos oficiales a los elementos que no han tenido su oportunidad en la actual temporada. “Independiente que en este equipo ya no se esté jugando nada, los jugadores deben entender que deberán hacer su mejor esfuerzo en las próximas fechas, porque ahora tendrán una oportunidad”, señaló Miranda a El Trabajo Deportivo, que descartó que hubiesen problemas al interior del club. “Llevo cuatro años aquí, y siempre he encontrado un grupo ameno, ajeno al conflicto y dispuesto para el trabajo y esta no ha sido la excepción”, dijo el técnico interino del Uní Uní.
En relación a la situación del entrenador Nelson Soto, el Gerente General de Unión San Felipe, Omar Cerigliano, informó a Diario El Trabajo que el estratego se encuentra con una licencia con goce de sueldo hasta el próximo 29 de Abril. “Esa es la versión oficial del club”, indicó el alto directivo.
Por ahora el plantel de Unión San Felipe, se encuentra trabajando bajo el mando de Jorge Miranda, quien será asistido por Fernando Marinelli.
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En todo caso Miranda es la misma mierda, los jugadores no tiene la culpa