Gente de nuestra tierra:
Una bonita historia, de esfuerzo y trabajo, es la que representa Luis Osvaldo Arias González, árbitro federado de voleibol, casado, padre de dos mujeres y un pequeño de 7 años, además de una nieta, Amalia, que a pesar de su baja estatura jugó, era armador. Ojo, estarán presentes en los Panamericanos representando a San Felipe en el arbitraje como jueces de línea.
Acá su historia
– Cuéntanos un poquito Luis, ¿voleibolista frustrado, cómo es eso?
– (Lanza una carcaja)… No, voleibolista, si igual cumplí mi sueño de jugar, de estar en la selección y todo. Ahora estoy viviendo otra etapa de árbitro, que igual está relacionado con el asunto. A parte de ser árbitro hago clases de voleibol, fui monitor, tengo voleibol municipal del taller acá los días lunes y miércoles y trabajo con mamás de un colegio de San Felipe, ahí trabajo en la semana, en la noche.
– ¿Pero los comienzos tuyos?
– Bueno, ahí en el voleibol en la Escuela Industrial, ahí aprendimos con Mauricio Astudillo, él fue mi profesor, con él aprendí a jugar voleibol en primero medio y ahí hasta cuarto medio formamos la selección. Jugué en varias, los juegos escolares, fuimos a campeonatos nacionales con ex compañeros que ya no están jugando, ya ellos se retiraron, están en otra vida y yo seguí ligado al voleibol, ya no jugando, sino que dedicado a lo que es arbitraje. Soy árbitro federado de voleibol indoor y voleibol playa, en arena que se llama. Así es que eso, tengo harto trabajo, hartas competencias, aquí en esta zona hay muy buen nivel de voleibol acá, escolar y federado, se mueve harto, por lo menos acá en San Felipe.
– El otro día cuando nos pusimos de acuerdo para esta entrevista, conversamos una historia sobre un accidente. ¿Qué pasó?
– Sí, después que egresé del colegio me puse a trabajar y tuve un accidente, una amputación, perdí por ahí dos deditos y eso me tiró un poco pa´ atrás a seguir con el tema del voleibol, pero busqué la alternativa de seguir relacionado. Al principio costó un poco adecuarse con todo lo que son las señas, porque en el voleibol, lo que es arbitraje, trabajas mucho con lo que es seña de dedos, y eso también al principio un poco complicado, pero después se fue todo solucionando y bueno hasta el día de hoy, con harto voleibol en la zona.
– Pero tu historia es de harto esfuerzo igual, en el sentido de trabajar.
– Sí, yo tengo mi familia. Yo ahora vivo del deporte, trabajo en un colegio, estoy a cargo del gimnasio, hago mis clases fuera de mi horario; los fines de semana lo mismo, trabajo. No, es súper esforzado el tema de deportes, de vivir del deporte cuesta harto. Los profesores saben que trabajan en los colegios, que tienen que estar preocupados, los fines de semana viajando con las delegaciones, lo mismo para mí, como soy árbitro, tengo que estar viajando cuando tengo competencias y es poco lo que tú estás metido ahí con la familia, disfrutándola los fines de semana, sino que estamos metidos en un gimnasio. Lo otro que tengo a mi gente metida; mi hija mayor, a mi otra hija, los tres estamos involucrados en el tema del voleibol.
– ¿Arbitrando igual?
– Arbitrando, sí, tengo a mi hija mayor que ella ya salió, es profesional y me ayuda cuando se puede, porque también tiene sus responsabilidades; tengo a mi otra ‘lola’ de 18 que está estudiando en la universidad y también trabaja conmigo en voleibol. Y tengo un grupo de chicos que están en la universidad y que están estudiando, y también se ganan sus lucas conmigo en el tema del voleibol, así es que tengo mi mini-empresa ahí.
– ¿Una Pyme?
– Sí, una media Pyme.
– Puede ser discriminatoria la pregunta, pero tu altura, porque eres bajo, y cómo lo hacías para jugar voleibol, cuando se requiere de una altura, no sé, 1,70, una cosa así o más.
– Claro, justamente yo soy bajito, mido 1,50. Tú sabes que igual en este deporte se requiere mucha altura.
– ¿Cómo lo hacías?
– Nooo, trabajando harto deporte, saltando harto.
– ¿Llegabas con las manos a la red?
– Sí, llegaba arriba de la malla.
– ¿Remachaste alguna vez, por ejemplo?
– Sí, y atacaba también, muy poco porque mi puesto era de armador; yo levantaba, armaba para que los otros atacaran, pero en alguna oportunidad atacaba. Ahora hay un puesto para los bajitos, los chiquititos, que se llama líbero, que por lo general en las selecciones el jugador más bajito, que está más pegado en la tierra, ese es que se mueve más como ‘ratoncito’, ese se llama líbero, hay un puesto especial para las personas de estatura baja.
– ¿Para armar en el fondo?
– Es para defender los ataques, todo porque se desplaza bien, es un puesto específico que se llama líbero, que pasa por las tres posiciones de atrás, se mueve el líbero solamente, él no ataca, no remacha, sino que sólo está dedicado a recepcionar.
– ¿Con el accidente que tuviste, vistes frustrada tu carrera?
– Sí, sí, de todas maneras.
– ¿Pero el sueño tuyo era ser voleibolista profesional?
– No, no, no iba para allá el cuento, porque ser un voleibolista profesional requiere mucho más que nada estatura y dedicarse.
– ¿Pero te frustró esto igual de haber seguido jugando voleibol en el fondo?
– Sí, sí, pero hasta un cierto punto, porque uno dice hasta aquí llego y ya me dedico a otra labor que no vivir del voleibol, porque el voleibol fue lo que me impulsó a mí para seguir en esto y ya llevo sus hartos años, estoy del año 98-99 metido en este deporte.
– ¿O sea tu vida es el voleibol?
– Sí, todo gira en torno al voleibol. En mi casa hay balones, está todo relacionado, hablamos con mi hija los fines de semana que tenemos competencia programada.
– ¿Cómo es tu familia?
– Mis hijas me acompañan y tengo un ‘poroto’ chico de 7 años, así es que me queda todavía harto carrete.
– ¿Cuántos años tienes?
– Son 54 años, casado, con tres hijos. Tengo una lola de 24, ella es fonoaudióloga; otra hija que está estudiando en la universidad, mi chiquitito de 7 años y mi señora que trabaja en ventas, ahí ‘po’, aguantándome harto (se ríe).
– ¿Una reflexión de todo lo que ha sido tu vida?
– De esfuerzo, de harto trabajo, de dejar a la familia, alejarte los fines de semana, un poquito de lado y dedicarte a este tema, porque para llegar a lo que uno a veces pretende estar en un torneo sudamericano, en algo así, hay que estar ahí los fines de semana dispuesto para la Federación de Voleibol, yo le trabajo a ella, al Instituto Nacional del Deporte, a la municipalidad, a los colegios que hacen torneos me llaman, me estoy moviendo por toda la zona, a veces no tengo ni tiempo de ir a arbitrar a Santiago, me muevo acá porque hay un excelente voleibol.
– Lo otro, me decías que vas a los Juegos Panamericanos.
– Sí, yo estuve nominado en los Sudamericanos 2014 en Santiago, ahí estuve de juez de línea, estuvimos 8 días, una experiencia fantástica. Ahora nos nominaron con mi hija a los Panamericanos, en octubre nos van a dar las fechas, ya tenemos todo.
– ¿Van de árbitros?
– Nosotros vamos como jueces de línea, porque hay árbitros internacionales. Cada país trae un árbitro y acá en Chile hay sus buenos árbitros internacionales, a parte que hay una edad para ser árbitro internacional.
– ¿O sea San Felipe va a estar presente en los Juegos Panamericanos?
– Vamos a estar nosotros ahí representando a San Felipe en el voleibol, ya todo el entorno sabe que vamos a estar, hartas felicitaciones, alegría porque va a haber alguien de San Felipe por allá, aparte que si nos toca en arena vamos a estar con Esteban, con el Marco, los chiquillos, la dupla, los número uno de Chile, los Grimaldi. Así es estamos contentos, felices y disfrutar lo que se viene, porque es un evento único acá en el país, el más masivo en lo que es deporte que se ha hecho en nuestro país, después del mundial del ´62; es un evento tremendo, a disfrutarlo, vamos a estar allá 10 días, nos dan hotel, alojamiento completo, todo… Así te tratan muy bien.