Atropello y muerte de un perrito labrador dejó a familia entera devastada

• Dueña de la mascota relata la desgarradora historia de ‘Jack’:

Siempre esperamos que el mes de diciembre sea el sinónimo de felicidad y culminación de muchos proyectos en nuestra vida, sin embargo esto no siempre será posible para todos, ya que también es notorio que nuestros seres queridos a veces nos dejan para siempre en este mes tan significativo.
Este es el caso de una familia de Las Coimas, en Putaendo, ya que hace pocos días murió de manera trágica la mascota más importante del barrio, el tremendo y regalón perrito de raza Labrador, llamado Jack. Es por ello que hoy en Diario El Trabajo compartimos la historia de este perrito de año y medio de edad y la de sus amos.
La dueña de Jack, Yurisat Lazcano, de 20 años de edad, estudiante de Nutricionista, visitó nuestra Sala de Redacción luego que nos contactara a través del correo electrónico para darnos a conocer la historia de Jack, la que ella publicó en redes sociales. Ella detalló cómo ocurrió la tragedia que aún lamentan en su casa.
– ¿Por qué decidiste publicar en Facebook la historia de la muerte de tu mascota?
– Yo nunca publico nada en Facebook, pero esta vez me vi en la necesidad de hacerlo, porque no pude quedarme con la angustia tras ver que no hice nada por averiguar lo que pasó por la mente de la persona que arrolló con su auto a mi perrito, primeramente quiero agradecer a Diario El Trabajo por permitirme la oportunidad de compartir mi historia con sus lectores. Este perrito labrador lo rescató mi expololo de puente Encón, ahí estaba flaquito y abandonado.
– ¿Cómo empezó ese trágico día?
– Ese día fue muy complicado, ya que yo había llegado de visitar a mi mamá que estaba hospitalizada, mi abuela también tenía problemas personales y yo no podía preocuparla. Ese día yo estaba sola con mi Jack en la casa, menos podía llorar, porque yo tenía que demostrar fuerza frente a mi familia. Eran ya las 23:00 horas y entonces saqué a pasear al Jack (por el sector de Las Coimas entre el paradero 24 y 25, camino a Putaendo) mientras un amigo me esperaba a la vuelta de una curva para jugar con el Jack a la pelota. Ese día tenía muchas ganas de llorar, pero traté por lo que más pude de no hacerlo. Pasó un rato y decidí devolverme a casa porque al día siguiente tenía que ir a clases, entonces me despedí, mi amigo se fue y con el Jack me fui rumbo a casa. Tenía tanta pena que no aguanté más y me puse a llorar, decidí sentarme en la vereda (la peor decisión de mi vida), así pasaron algunos minutos.
– ¿Cómo ocurrió la tragedia del Jack?
– Bueno, de repente vi las luces de un vehículo que venía más arriba de la curva, éste venía muy fuerte y como siempre decidí llamar al Jack para que viniera al lado mío y esperar juntos a que pasara el vehículo. Al momento de llamarlo el Jack salió de la entrada de una casa e intentó cruzar la calle, pero el vehículo venía tan rápido que se encontró de costado con el Jack y lo tiró a un costado de la vía con el puro golpe. Me paré de inmediato rogando a Dios que mi Jack evadiera el vehículo y poder verlo salir de atrás del auto, pero no fue así, el Jack no salió y el vehículo tampoco se detuvo para ver cómo estaba mi mascota. El conductor siguió su rumbo como si nada hubiera pasado, siguió aún sabiendo que había chocado a mi mascota, siguió aún oyéndome gritar por mi Jack, siguió sin hacer nada, sin un mínimo remordimiento. Busqué al Jack entre la oscuridad y lo encontré agonizando del dolor, porque con el golpe que recibió lo reventó por dentro, me miraba con miedo, sólo movía sus ojos, estaba asustado y gemía mientras estaba agonizando, me miraba sin odio y yo no podía hacer nada, sólo acariciarlo y ofrecerle disculpas por no cuidarlo como correspondía ese día.
– ¿Cómo te sientes y qué te gustaría decirle a ese conductor?
– Le diría que no debía manejar tan rápido, lo mataste por pasar rápido por una curva, mataste a un ser indefenso que lo único que hacía era alegrarme esos días tristes, mataste a un guardián, mataste al único que cuidaba mi familia. Destruiste en un solo instante la Navidad de una familia, sabes cómo me cuestiono el haberme sentado, sabes cómo está mi familia en estos momentos, sabes el dolor que siento hoy al tener que estar cerca de un montón de tierra, esperando que algún día se calme el dolor que tengo, sabes lo triste que es sentir la casa sin él, sabes lo mala dueña que me siento, sabes que cuando estoy sola pienso en la cara de mi Jack pidiéndome ayuda, sabes que tengo que respirar por obligación hoy por hoy, sabes que lo único que quiero es devolverme a ese día y no haberlo llamado.
– ¿Le pedirías a ese conductor que te regalara algunos minutos para hablar con él en persona?
– Sí, eso le pido a esta persona, que me busque en Facebook, aún así voy a rogar a su criterio, hoy le voy a pedir que con el mismo coraje que huyó del lugar, alguien te ponga este texto en los ojos y en este fin de año puedas ser valiente y hablarme a mí, para que ofrezcas disculpas por lo que hiciste, para que por lo menos la muerte de mi Jack no sea en vano y te enseñe a ser más precavido y a mí, para que me devuelva las ganas de levantarme y de ser feliz nuevamente.
– ¿Cómo están tu abuela y madre tras esta tragedia?
– Muy tristes, porque Jack era parte de nuestra familia, un miembro más a quien amábamos y sabemos que él era feliz a nuestro lado.
Roberto González Short