Auditorio Servicio de Salud lleva el nombre de Dr. Absalón Wegner Millar

• Ceremonia contó con masiva presencia de familiares del malogrado médico: Facultativo que durante el Gobierno de Salvador Allende ejerciera como director del organismo público, y quien fuera asesinado por militares del Regimiento Yungay que lo acusaron de intento de fuga, tendrá un espacio memorial perenne en edificio de San Felipe.

Con una ceremonia llena de emotividad y recuerdos, el Servicio de Salud Aconcagua, SSA, en su edificio central de San Felipe, bautizó su Salón Auditorio con el nombre de Dr. Absalón Wegner Millar, médico que ejerciera en la época de la Unidad Popular como director del organismo y que, posteriormente, en tiempos de Dictadura, fuera asesinado el 13 de diciembre de 1973, en las cercanías de la cárcel sanfelipeña.
En la instancia conmemorativa, estuvo presente gran parte de la familia Wegner-Millar, además de diversas autoridades como los gobernadores de Los Andes y San Felipe, María Victoria Rodríguez y Eduardo León respectivamente; el alcalde de San Felipe, Patricio Freire Canto; los diputados Gaspar Rivas y Marcelo Schilling; y la directora del SSA, la Dra. Vilma Olave.
Fue precisamente Olave, quien se refirió a la trascendencia que tiene este episodio, argumentando que “este es un acto que consistía básicamente, en nombrar nuestro auditorio principal, con el nombre del Dr. Absalón Wegner. Agradecemos profundamente la masiva presencia de su familia, porque sabemos que se reabren heridas, pero es absolutamente necesario realizar este acto de reparación y memoria, el cual, nos va a permitir mantenerlo en el tiempo”, destacó.
Del mismo modo, Olave recordó que hace 15 años, en el mismo edificio se instaló una placa conmemorativa con el nombre del malogrado facultativo, sin embargo, aseguró que es necesario recordar permanentemente y de la mejor forma posible e un salubrista altamente comprometido con el desarrollo de la salud en la zona de Aconcagua.
“En él encarnamos los valores de la Salud Pública, el amor por las personas, el cuidado de la salud, el bienestar de la población, valores que rescatamos hoy a través de esta placa, para recordarlo de aquí al futuro”, subrayó la actual directora del SSA.
A su vez, una de las hijas del médico ejecutado, Mónica Wegner, agradeció profundamente el valor que a través de los años el SSA le ha otorgado al recuerdo de su padre, y manifestó que “estamos muy emocionados, pero quiero recordar que no es la primera vez que nos invitan, hace 15 años también estuvimos en la placa que se encuentra acá, eso quiere decir que ha existido un intento serio, bonito, responsable de querer conservar la historia y el patrimonio humano que ha significado la memoria de mi papá”, valoró.
Así mismo, Wegner hija, muy emocionada contó que “mi papá quiso mucho este lugar, él no se quería ir a Copiapó donde lo habían destinado antes que lo mataran, él quería estar acá porque le agarró mucho cariño a la gente, a los médicos, a los vecinos, al hospital de Putaendo (…) él amó mucho este lugar porque finalmente aquí pudo hacer su carrera, sus amistades, su trabajo político y es acá en esta zona donde queda su memoria y su honra”, recalcó.
En cuanto al proceso que la familia ha seguido en busca de justicia, Mónica dijo estar conforme con el hecho que en febrero pasado, la Corte de Apelaciones de Valparaíso, después de 43 años, pudo dictaminar que tanto Absalón Wegner como Rigoberto Achú, nunca intentaron escaparse de la cárcel, sino que, fueron asesinados por personas que ya están identificadas y que antes de fin de años debieran recibir penas de cárcel efectiva.
Otra de las personas presente en la ceremonia fue Alicia Lira Matus, presidenta de la Agrupación de familiares de ejecutados políticos de Chile, quien comentó la importancia que tienen este tipo de memoriales para la búsqueda de la paz y la verdad en el País; “estos son espacio que tenemos para decirle la sociedad, que se intenta siempre buscar los mecanismos para cerrar el tema de Derechos Humanos, cuando hay tanto dolor, tanta tragedia, pero a la vez, tanta convicción y cariño, porque queremos una sociedad sanada y sentada sobre las bases de la igualdad y el respeto a los derechos”, concluyó.