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De esta actividad participó Juan Borgero junto a su auto Ford del año 1933, el cual aún mantiene su letrero de ‘taxi’.
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Autos de colección deleitaron a vecinos en la Plaza de Putaendo

De esta actividad participó Juan Borgero junto a su auto Ford del año 1933, el cual aún mantiene su letrero de ‘taxi’.
De esta actividad participó Juan Borgero junto a su auto Ford del año 1933, el cual aún mantiene su letrero de ‘taxi’.

PUTAENDO.-La mañana del sábado recién pasado, un grupo de amantes de los autos de colección llegó con una colorida caravana hasta la plaza de Putaendo para mostrar sus hermosos modelos.
La iniciativa encabezada por el destacado coleccionista de autos antiguos de Rinconada de Silva, Juan Borguero, permitió que los coleccionistas llegaran con sus bellos ejemplares, entre los que destacaron vehículos que son parte de la colección de la familia de Jesús Díaz, propietario y fundador de la empresa Tur Bus, que además posee un museo de lujo de autos antiguos. De hecho, el hijo del fundador de Tur Bus vestía un traje típico de los conductores de autos de la década del 1900, al igual que otras personas más que daban un colorido especial a esta caravana.
Por su parte, el empresario andino Juan Eduardo Quiroz, junto a su pequeño nieto deleitó a los presentes con su deslumbrante modelo, lo que fue del agrado de quienes se percataron de la corta visita de este patrimonio al centro de Putaendo.

Estos autos de colección, maravillaron a todos los vecinos que participaron de la caravana.
Estos autos de colección, maravillaron a todos los vecinos que participaron de la caravana.

Juan Borgero, como siempre en su Ford año 1933 que aun mantiene su letrero de taxi, fue felicitado por los presentes, porque habitualmente llega en su automóvil al centro de la comuna donde se estaciona exactamente en el paradero de taxis de la comuna.
Una muy buena iniciativa que lamentablemente tuvo algunos contratiempos externos, ya a pesar que los organizadores solicitaron con anticipación los permisos correspondientes como el cierre de calles, vehículos además de buses y camiones seguían pasando por el frontis del templo parroquial, entorpeciendo el normal desarrollo de la actividad, sumado a la falta de personal policial al inicio de la actividad para proceder al cierre de calles.
Patricio Gallardo M.

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