Ayer despidieron a Carmencita Vargas, artesana sanfelipeña del mimbre

• Su esposo Juan Saa seguirá su trabajo en Feria El Rastro:

Son todos los amantes de las artesanías del Valle Aconcagua, quienes hoy lloran la partida de la querida Custodia Ángela del Carmen Vargas, quien durante los últimos diez años vendió los productos de mimbre que su esposo Juan Saa Ibaceta fabrica desde hace 62 años en Feria El Rastro.

ÚLTIMA VOLUNTAD
Doña Carmen Vargas, como a ella le gustaba que la llamaran, vivía en Población El Esfuerzo y falleció a causa de la neumonía que le generó una falla multisitémica. Tenía 78 años y con su esposo procrearon cuatro hijos: María, Gloria, Juan y Verónica (fallecida).
«Ella me dejó órdenes bien claras, me pidió que yo siguiera fabricando mis artesanías y que ocupara su lugar en Feria El Rastro, lo que haré hasta que Dios me dé fuerzas e inteligencia para trabajar», dijo a Diario El Trabajo el apenado viudo, don Juan Saa.

MUY QUERIDA
Nuestro medio también habló con la presidenta de Feria El Rastro, con sede en el Ciem Aconcagua, Olivia Ramírez, quien destacó las actividades de doña Carmen, «él, don Juan, fabrica las canastas y demás productos de mimbre, ella las vendía en nuestra feria, era una socia muy animada, gustaba contarnos chistes y era muy ordenada en sus cosas, estricta para todo lo que hacía, como feriantes del valle creo que hemos perdido a una de las más importantes referentes del mimbre, es una dicha que ahora don Juan ocupe su lugar, para que sus maravillosos productos no dejen de llegar a los hogares del valle», dijo Ramírez.
Según lo explicado por don Juan, «yo empecé trabajando en una bodega de licores, ahí aprendí a fabricar fondos de botellones, luego eliminaron los grandes y seguimos haciendo para las botellas chicas, así, con los años decidimos mi esposa y yo, iniciar nuestro propio negocio artesanal, nos fue muy bien».

AQUELLA ENTREVISTA
Lo bueno en esta relación laboral y comercial de doña Custodia y don Juan, era que ella se encargaba de comprar todo el material necesario para que su esposo fabricara las artesanías, ella también era quien vendía las paneras, bandejas, canastos para verduras; canastos para flores y canastos leñeros.
«Mi esposo es muy trabajador, ya estamos mayores y a veces siento pena, pues si morimos nosotros, de seguro que nadie fabricará más estas artesanías, pues creo que somos los únicos en la provincia que trabajamos el mimbre para el hogar», dijo doña Custodia a Diario El Trabajo en abril de 2015, cuando nos concedió una entrevista en su casa.
Los restos mortales de doña Carmen fueron velados en su casa de habitación, la Misa y entierro de esta artesana se realizó al filo de las 15:30 horas. Su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal, en El Almendral.
Roberto González Short