Catalina Fuentes, alumna del Corina Urbina, tiene su beca ganada:
Hoy queremos presentar a nuestros lectores a la extraordinaria bailarina juvenil Catalina Fuentes Fuentes, de 17 años de edad y alumna de cuarto medio del Liceo Bicentenario Corina Urbina de San Felipe, quien visitó nuestra Sala de Redacción la tarde de este miércoles para mostrarnos sus medallas ganadas desde que era una niña muy chica.
LA MÁS INQUIETA
– ¿Desde qué edad empezaste a mostrar interés por la danza?
– Desde que era pequeña me lo pasaba saltando y bailando en mi casa; luego cuando entré al colegio me inscribí en el taller de danza, que era de estilo folclórico, estuve en esas clases por aproximadamente tres años; ya había cumplido 9 años y mi mamá me cambió de colegio, específicamente al Liceo
Corina Urbina de San Felipe. Me enteré que habían muchos deportes extraprogramáticos y uno de ellos era el equipo de danza ‘Stardance’, una combinación de estilo cheerleaders y danza moderna.
– ¿Cómo te fuiste perfeccionando en la danza hasta llegar a presentarte en el extranjero?
– Pasaron los años y mis aprendizajes técnicos de la danza mejoraron; en 2017 ya estaba bailando un día de septiembre en las Nacionales que se realizaban en Puerto Montt; ya haber ganado fue un gran triunfo, pero estar en los primeros lugares también significa haber clasificado para el siguiente año a un sudamericano en Córdoba, Argentina. La profesora no nos quiso hacer muchas ilusiones ya que necesitábamos muchos recursos para ir y no contábamos con los suficientes, hicimos muchas cosas para generar dinero: rifas, ventas de completos, pescado frito, panqueques, etc. Aún no nos alcanzaba para todos los gastos, pero con la ayuda de nuestro colegio, la Municipalidad y nuestros padres pudimos reunir la cantidad suficiente para los gastos que generaba el viaje. Llegó el día, primera vez que viajaba en avión, tuve la oportunidad de ir acompañada de mi mamá, estaba muy ansiosa y solo quería llegar al teatro, disfrutar y bailar. Estuvimos tres días en Córdoba, dos de ellos en competencia todo el día, también habían bailarines de toda Latinoamérica. Nos tocó el turno de bailar, aún lo recuerdo, estaba arriba de un escenario enorme, con la bandera de nuestro país enfocada atrás de nosotras, estaba muy feliz, ya estar en ese lugar y competir con bailarines de otros países era un sueño, habían coreografías muy buenas y nunca pensamos que podríamos estar en el podio entre los primeros tres lugares de un sudamericano, pero lo que no sabíamos era que el primer lugar obtenía un intercambio cultural en Cartagena de Indias, Colombia. Llegó el momento de premiación, íbamos con dos coreografías, de dos estilos diferentes. Todas muy nerviosas; en una coreografía obtuvimos séptimo lugar entre 15 equipos, no estábamos muy conforme, pero también teníamos en consideración que nosotros éramos un liceo municipal y todos los demás grupos eran academias y colegios particulares. En el otro baile no nos esperábamos un resultado tan exitoso ya que obtuvimos primer lugar entre cinco coreografías más, ese fue un momento muy especial para mí.- ¿Mucho sacrificio para lograr este grado de perfección?
– Sí, mucho. Yo era la única niña de mi equipo de otra comuna y viajaba todos los días de Panquehue a San Felipe. Cuando nos íbamos a los campeonatos el bus se iba a las 7 de la mañana y no teníamos locomoción desde Panquehue a esa hora, pero con mucho sacrificio siempre nos arreglamos para llegar a tiempo. Al siguiente año pasó lo mismo del anterior, había incertidumbre de lo que pasaría. La Municipalidad de San Felipe nos apoyó en todo, e hizo todas las gestiones posibles; recién cinco días antes del viaje a Colombia nos confirmaron que estaban los pasajes. Tenía un poco de miedo, ésta vez no iría con mi mamá, pero yo debía ir, yo quería ir, eso fue lo único importante. Representar a mi país era un privilegio de unos pocos, pero ahora lo haría por segunda vez y era un orgullo.
– ¿Te afectó el estallido social?
– Sí, bastante. En 2019 tuvimos muy pocas presentaciones y campeonatos por esa contingencia social, pero las pocas que tuvimos fueron increíbles. También me tocó bailar un dúo de estilo Jazz y en el último campeonato del año pasado nos tocó bailar esa coreografía con mi compañera Soledad, el campeonato tenía cinco becas para dar al primer lugar de cinco categorías, nosotras estábamos en una de esas categorías y ganamos el premio máximo que era una beca de perfeccionamiento en Nueva York, EE.UU. La beca consiste en un cierto porcentaje de pago para tener dos semanas de clases con profesionales norteamericanos que incluye la estadía en un hotel cerca del teatro.
– ¿Qué necesitan para poder lograr esta nueva meta?
– Necesitamos reunir la mayor cantidad de dinero para poder pagar el viaje y la comida. No quiero hacerme muchas ilusiones porque estoy consciente de todos los gastos que genera ir. También teniendo en consideración la pandemia en la que estamos viviendo y todo el riesgo que eso conlleva. Pero no voy a mentir, me encantaría viajar y bailar en los teatros de Broadway, ¡ese es mi sueño!
Roberto González Short