Atravesó techo, dos cubrecielos y terminó en el baño:
Esperando ver el partido de Unión San Felipe frente a Santiago Wanderers se encontraba este jueves el ex director técnico de Unión San Felipe, Hector Roco, junto a su familia, incluyendo a su hijo Héctor que también fue director técnico del Uní Uní, cuando una ‘bala loca’ penetró en su casa. Afortunadamente no hubo personas heridas ni víctimas que lamentar, sólo el susto que este tipo de hechos causa en las personas, más cuando hay niños menores presentes.
La información la entregó el propio afectado a Radio Aconcagua donde señaló que después de tomar once salieron: «Nos dimos cuenta que sonó algo así como un balazo, o sea no un balazo sino que un estruendo muy fuerte… demasiado fuerte ahí cuando Héctor (hijo) no hablaba, salimos con mi yerno a ver qué había pasado, cuando nos damos cuenta de que Héctor está en el baño y justo la bala loca, que todos le dicen, gracias a Dios pegó en el pisete, porque a la hora que no pega en el pisete (se emociona),… es que es difícil. Uno mira a la gente que le sucede y dice: ‘claro, la mataron, es una bala loca’, pero para las que les pasa y ocurren las cosas es súper fuerte, porque después mi señora, mi hija, hasta mi nieto de dos años, no hemos dormido en toda la noche, tuve que ir a comprar remedios para que se tranquilizaran todos un poco. Es súper complicado. Si Héctor se hubiera estado lavando los dientes, la bala le pega en la cabeza, así de simple», señaló.
«Lo que uno no cree es cómo pasa la bala hacia el techo, porque te lo rompe, pasa el cubre cielo y pasa completa. Después los carabineros me decían ‘profe, esto es así’. Gracias a Dios que la bala rebotó ahí y bajó la velocidad, la frenó, y como te dije anteriormente, es impresionante el tema, es súper grave, triste. Porque yo lo digo de todo corazón a la gente, hay que cuidarse del tema porque está complicado, imagínate, yo tengo un nietecito de dos años y medio, mi nieta de cinco no dormimos en toda la noche, la pasamos muy mal, muy mal, pero como te dije anteriormente, gracias a Dios no hubo nada de lesiones y está todo tranquilo», dice.
Indica que al parecer la bala venía desde el norte, «porque viene con dirección fuerte, y muy fuerte, entonces yo le explicaba al carabinero que no entiendo cómo la bala entra, y me decía: ‘No, las balas a dos kilómetros de distancia agarran una velocidad y no frenan y paran hasta donde llegan’. Pero como digo fue tremendo, la parte psicológica de la familia es la que más preocupa, porque le puede pasar a cualquier persona, no fue un tema de que la hayan tirado a la casa, fue una bala que rompió el techo arriba, dos cubre cielos que tengo yo, cayó al suelo y gracias que cayó en el pisete», concluyó.