- Para evitar la ocurrencia de algún incendio que podría tener dramáticas consecuencias.
En unos pocos segundos un juego de luces en mal estado y sin certificación que se instale en un árbol de navidad, puede ser el comienzo de un incendio en una vivienda.
Ante esa situación y considerando que esa fiesta familiar está inundando el comercio local, con árboles y adornos de distinto tipo, Bomberos hizo algunas recomendaciones para comprar en lugares autorizados y sobre todo productos certificados.
Según la tradición, las personas acostumbran a adornar sus casas, comenzando por el árbol de navidad, y con el paso de los años la comunidad ha comenzado a adornar también el frontis de las viviendas.
Cada año es posible ver mejor y más iluminadas las casas, pero lamentablemente las luces que se utilizan no siempre son de la mejor calidad o certificadas por un organismos competente.
Según explica el Relacionador Público de Bomberos, Raúl Astorga, el 80% de los incendios que se producen son por problemas eléctricos, y este tipo de luces constituirían un peligro si no están certificadas.
«Hay que tener la precaución de invertir, no digo que hay que hacer un gasto, siempre digo que hay que hacer una inversión, nuestra casa, nuestra familia, valen mucho más que escoger una luz de navidad buena y que esté certificada, por lo tanto es importante que tengamos esa precaución».
Aspecto al que se le suma el tipo de clima que se presenta en esta zona, que es bastante cálido, lo que hace propicia la situación para un incendio.
«Para esa fecha (navidad) va a hacer mucho calor, por lo que el ambiente está muy seco, así que es propicio para un incendio, más todavía en este caso con la generación de calor, como sería la parte eléctrica”, sostiene Astorga.
A todo esto se suma que los árboles de navidad, en su gran mayoría son de plástico, y está rodeado por regalos en cajas de cartón, artículos muy combustibles y que aceleran la propagación de las llamas.
Consultado por la existencia de algún organismo que regule este tipo de productos, Astorga señala que el primer fiscalizador es la persona que compra, «nosotros no tenemos por qué esperar que nos vengan a fiscalizar, nuestra mayor responsabilidad como padres, como dueños de casa, es darle un estándar de seguridad a nuestros hijos».