Casa de Residencia Pablo VI celebró su onomástico
TODOS ALEGRES.- En el marco de la celebración de San Pedro y San Pablo, en Residencia Pablo VI se desarrolló una actividad durante este fin de semana en las dependencias de la institución donde participaron niños, sostenedores y la comunidad educativa en general.
En el marco de la celebración de San Pedro y San Pablo, en Residencia Pablo VI se desarrolló una actividad durante este fin de semana en las dependencias de la institución donde participaron niños, sostenedores y la comunidad educativa en general. Fueron varias las actividades que se desarrollaron durante la semana recién pasada y que culminaron con una Misa y un coctel este viernes recién pasado.
Su directora Rommy Contreras Lucero, contó a Diario El Trabajo que «la residencia tiene ya 42 años en Aconcagua, atendiendo niños de entre cuatro y 18 años que han sido vulnerados en sus derechos y quienes llegan a través de Tribunales de Familia de las provincias de San Felipe y Los Andes», dijo Contreras.
En la residencia laboran con duplas psicosociales, quienes trabajan con los padres para lograr la pronta reinserción del niño en el hogar. En tanto para los niños que no cuentan con familia como referente, con ellos se trabaja en una línea independiente para que el niño en el futuro pueda valerse por sí mismo.
Contreras, agregó que la institución «trabaja desde hace dos años atrás a través de la Fundación María de la luz Zañartu, que posee otro hogar de niñas en Pucón y su casa central está en Santiago, contamos con una gerente y un directorio». La directora agregó que en la oportunidad se celebra el onomástico de San Pablo, «pero queremos celebrar también el hecho de que Pablo Sexto en octubre será canonizado por lo que para nosotros es doble orgullo llevar su nombre en nuestra residencia y realizamos competencias a través de las cuatro casas que componen el hogar, Belén (los más pequeños), Nazaret, Emaus y Betania (los más jóvenes), que son parte de los 60 niños que se atienden».
A VECES SÍ, A VECES NO
La Fundación María de la luz Zañartu tomó hace catorce años un hogar de niñas en Pucón y ahora que se ha tomado la administración del centro sanfelipeño, se debe cumplir con un mandato de Sename, donde hay que tomar todas las acciones para que se cumplan los programas de reparación y de convivencia entre los niños, pero lo principal es que ellos vuelvan a su vida familiar. Así lo manifestó el director de la entidad Jaime Errázuriz, quien agregó que «para ello se trabaja con los niños y con la familia, en la medida que sea posible, este éxito a veces se logra y otras se hace más difícil y no se tiene éxito del todo, por lo que debemos ver como se proyectan los niños en la sociedad y nuestra labor es preocuparnos también que pasa con ellos en caso que no tengan el apoyo de sus familias».
La institución funciona con un financiamiento básico de Sename, pero se ha dispuesto una serie de iniciativas tendientes a elevar el estándar de atención de los menores para lo que han organizado varias actividades para reunir fondos, «de hecho la organización ha debido ponerse los pantalones largos y pasar de atender a 30 niñas y a casi 100 menores, por lo tanto actualmente estamos comenzando una campaña local enfocada en algunas personas que viven acá y que se identifican con la zona y conocen el hogar por lo que pretendemos formar esta red de amigos para sobrellevar los gastos operativos y de sueldo de los funcionarios que acá laboran, además de planes de mejoramiento de infraestructura del recinto», concluyó Errázuriz.
Eugenia Zaldívar, coordinadora de educación de la residencia, nos contó sobre su experiencia en la institución y las actividades desarrolladas, manifestando que «mis labores son las propias de una apoderada o de una mamá, o sea, debo preocuparme por la salud de los niños; qué medicamentos toman; proveerlos de materiales; ayudarlos a estudiar y organizar todo lo que tenga que ver con su educación, actividades muy enriquecedoras, porque ellos valoran lo que es este apoyo para que puedan conseguir algo tan importante como es su desarrollo intelectual», sostuvo la profesional.
Agregó que «con lo que tenemos que luchar constantemente es con tratar de disminuir la tasa de repitentes, algo que es absolutamente evaluable, pero lo más duro es que los niños se tomen a conciencia lo que acá se hace por ellos y motivarlos para que realmente cumplan con sus tareas, pero es tremendamente motivador cuando ellos responden muy bien», finalizó.
