Ceremonia de investidura estudiantes de Fonoaudiología y Enfermería

• La actividad, que marca el inicio del periodo de prácticas y postura del uniforme en ambas carreras, se realizó en el Teatro Municipal de San Felipe y congregó a un público cercano a las seiscientas personas.

“Esta es una tradición, un rito que es tremendamente significativo para nuestros estudiantes, ya que no sólo marca el inicio de su etapa de prácticas clínicas, además los acompañan sus familias y cercanos y más aún, en el caso de la carrera de Fonoaudiología, es la primera vez que se realiza, lo que nos tiene muy contentos como universidad”. Con estas palabras, el director de la sede San Felipe de la Universidad de Aconcagua, Javier Cerda, sintetizó la ceremonia de investidura de enfermería y fonoaudiología realizada por la casa de estudios.
La ceremonia se llevó a cabo en dos actos, realizándose primero la investidura de los alumnos de enfermería y posteriormente la de fonoaudiología. Esto, con el fin de facilitar la concurrencia de familiares, amigos y cercanos de los estudiantes, los que repletaron el Teatro Municipal de San Felipe en ambas instancias.
En la oportunidad, se invistieron 80 estudiantes en total, 54 de enfermería y 36 de fonoaudiología. En este último grupo se incluyeron alumnos de cursos superiores que no habían tenido la oportunidad de participar en una actividad de estas características, ya que es la primera vez que se realizaba esta ceremonia para la carrera en la UAC.
En la actividad, a la concurrieron en total más de 600 personas, hicieron uso de la palabra por parte de la UAC el director de la Sede, Javier Cerda, las directoras de carrera tanto de Enfermería, Gladys Arroyo, como de Fonoaudiología, Carolina Romero. Por los estudiantes, las alocuciones estuvieron a cargo de Paula Onell y Manuel Matus por las jornadas diurna y vespertina de enfermería respectivamente y de Camila Pacheco por parte de Fonoaudiología, coincidiendo todos en la importancia de este tipo de actividades, en el valor emocional de la presencia de las familias y en su rol como futuros profesionales de la salud.
Por parte de los estudiantes, abundaron las muestras de emoción al momento de pasar al escenario para ser protagonistas del evento. Uno a uno, fueron pasando a recibir de manos de sus profesores, los distintivos que los reconocían como parte del grupo que se investía. “Esta ceremonia es muy importante para todo el grupo, ya que no habíamos tenido la oportunidad de participar en una y hay un grupo que está muy próximo a titularse. Era como una suerte de deuda que queríamos resolver antes de salir y que se dio, lo que nos tiene muy emocionadas y felices”, destacó Camila Pacheco, estudiante de Fonoaudiología.
Por su parte, la estudiante de Enfermería Camila Montecinos, destacó que la ceremonia marca una nueva etapa, ya que ahora pasan a ocupar el uniforme que le da la identidad a la profesión. “Esta actividad tiene una tremenda importancia, marca el paso a otra instancia no sólo en la carrera, si no en la vida profesional. La felicidad es máxima, mía, de mi familia, de mis compañeros. Es algo emocionante, agradezco a todos quienes hicieron posible que se llevara a cabo y nuestros profesores por estar ahí para nosotros”, concluyó.

En la oportunidad, se invistieron 80 estudiantes en total, 54 de enfermería (en la imagen).

Parte de las 36 alumnas de Fonoaudiología que comenzaron a usar sus uniformes.