Este día lunes en la noche ya, prácticamente, encontramos a tres voluntarias de la agrupación ‘Clownrisas Aconcagua’ que estaban sacando las tapas de los corazones metálicos proporcionados por la empresa local Gaet, quienes nos manifestaron el problema que tienen con la falta de sacos para echar las tapas que posteriormente son vendidas en un precio promedio de 300 pesos el kilo.

Por ello están pidiendo la colaboración de la comunidad que les quiera donar sacos, porque muchas veces deben meterse la mano a sus propios bolsillos para comprarlos, los que tienen un valor de 600 pesos y en cada corazón ocupan unos 15 a 16.

La agrupación ‘Clownrisas Aconcagua’ está formada por jóvenes que recorren los hospitales visitando a los niños enfermos con la finalidad de alegrarles la vida.

Conversamos con Valeria, la ‘Doctora Agüita’, quien reconoció que «estas tapitas las juntamos para ayudar un poco económicamente a las familias de niños que son oncológicos, pero también aparte de eso ayudamos a abuelitos en situación de calle , a hogares de ancianos y a personas en situación de abandono».

Por su parte Scarlet, otra de las voluntarias, se refirió al proceso que sigue con las tapitas, las cuales llevan «a un acopio, que por ahora la tenemos en la sede Scout, de igual manera estamos buscando otro lugar de acopio porque ahí comparten los motoqueros, entonces tenemos que organizarnos siempre en el horario en que ellos nos den permiso o no estén para poder nosotros llevar los sacos al acopio que es ese y lo dejamos en el baño, por ahora, pero igual ellos se molestan así es que estamos buscando una acopio a través de la muni, un lugar que nos puedan proporcionar. Primeramente ellos nos habían dado acá en Las Cuatro Villas, pero igual a esta hora que hacemos el sacado, igual es peligroso para nosotros ir para allá, entonces estamos viendo un nuevo lugar que ellos nos puedan dar».

Esto después ustedes lo venden.

– Exacto, nosotros sacamos de todos los corazones a nivel valle Aconcagua, una vez que tenemos una cantidad aproximada, hacemos una venta en Santiago, ahí nos compran al kilo.

¿A cuánto el kilo?

– Trescientos pesos en promedio.

¿Después esa plata ustedes la llevan a algún lado?

– Esa plata se deposita a nombre de la agrupación con la directora Pamela Cortez, y ella con eso financia parte del tratamiento oncológico de los niños, se le deposita a cada niño según su gravedad.

¿Ha sido una bonita experiencia?

– Sí, yo ya llevo dos años en la agrupación, voy a cumplir 3 y muy bien.

¿No te arrepientes de estar en esta actividad?

– No, yo el tiempo que tenga ayudo.

También conversamos con Sara, una mujer temporera que actualmente está sin trabajo y aprovecha para participar de esta actividad. «Yo desde años que ayudaba anónimamente, siempre Carol Montenegro que trabaja en el Hospital pedía donación, éramos apoderados de colegio yo siempre les cooperaba, hasta que un día me dijo: ‘Ya, ponte la nariz, participa con nosotros’, y ahí empecé a participar», dice.

¿Cómo ha sido la experiencia?

– Ha sido súper bonita, igual he tenido poca participación porque justo vino la pandemia y todo el cuento, pero los sacados de tapas, en todo eso.

¿Gratificante el trabajo?

– Sí, súper entretenido, y lo mejor que los niños quedan felices, los abuelitos también, que son los que más necesitan cariño, porque igual ellos vuelven a ser niños y están muy abandonados.

¿Con esta actividad se dan cuenta que existe mucho abandono?

– Sí, demasiado, por ser los abuelitos que están ahí en el comedor solidario San Camilo, da mucha pena, mucha, mucha pena ir a verlos a ellos.

¿Eso es donde estaba el Hogar Padre Hurtado?

– Claro, ahí, igual da pena porque hay caballeros que están muy enfermos y chuta, en un día, recién dejado de llover que vaya a almorzar ahí… ¿allá?, ¿por qué no está en la casa con la familia?, abrigaditos, viendo tele, entreteniéndose en cualquier cosa. Este domingo estamos terminando la campaña del día del niño, para ello vamos a ir a entregar las casas, los regalos,  de los que no están hospitalizados para ellos y para los hermanos porque es feo que le lleven a uno que tiene 4 años si hay uno más chiquitito.

 

QUE COOPEREN CON SACOS

Sara aprovecha nuestro medio para que alguien o la comunidad les pueda cooperar con sacos, «porque siempre tenemos ese problema ya que cuando viene el camión, se lleva los sacos con las tapas, entonces nosotros tenemos que andar consiguiendo que de repente nos dan, que de repente nos tratan mal o tenemos que sacar plata de nuestros bolsillos para comprar sacos, y cada uno nos cuesta 600 pesos, y por cada corazón nosotros ocupamos 15 a 16».

Cuando habla de corazón, es el metálico que está acá.

– Estos son los corazones metálicos que regala don Juan Carlos Gaete. Nosotros tenemos corazones en Tacna frente a los bomberos, el del Tottus, acá en la cancha de tenis, en Esquina Colorada, en el Hospital San Camilo.

¿Dónde podría la gente ir a dejar los sacos?

– Se pueden contactar conmigo, Scarlet, al celular al 9 7684 3114, pueden ir a dejarlos donde estemos o podemos ir a buscarlos también. La idea es que entre más sacos tengan mejor porque nosotros tenemos que desocupar 5 corazones y a veces damos a Putaendo, Los Andes, Llay Llay, si tenemos acá compartimos para allá.

De izquierda a derecha: Sara, Scarlett y Valeria este día lunes en la noche sacando las tapitas en Avenida Yungay con Chacabuco, junto a sus hijos.

De izquierda a derecha: Sara, Scarlett y Valeria este día lunes en la noche sacando las tapitas en Avenida Yungay con Chacabuco, junto a sus hijos.

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Este día lunes en la noche ya, prácticamente, encontramos a tres voluntarias de la agrupación ‘Clownrisas Aconcagua’ que estaban sacando las tapas de los corazones metálicos proporcionados por la empresa local Gaet, quienes nos manifestaron el problema que tienen con la falta de sacos para echar las tapas que...