Todos los miércoles comparte sus recetas con nuestros lectores:
Desde hace cinco años Diario El Trabajo cuenta con un joven columnista, redactor que ha logrado convocar a muchos de nuestros lectores a leer todos los miércoles sus detalladas recetas de cocina, Álvaro Arévalo Soto, él inició a publicar en nuestro medio cuando era apenas estudiante de la carrera Administración en Gastronomía Internacional en el Instituto Profesional Inacap (sede Apoquindo), y hoy es noticia porque en el mes de marzo se tituló con Honores.
PRIMEROS PINITOS
Diario El Trabajo habló con este profesional sobre su vida, logros y aspiraciones personales. «Tengo 23 años de edad, nací en la ciudad de San Felipe donde viví hasta mi enseñanza media, la cual cursé en la Escuela Agrícola de San Felipe, egresando de Servicio de Alimentación Colectiva. En ese tiempo comenzó mi interés por la gastronomía, principalmente desarrollando mi mayor pasión que es la pastelería. Mi familia está conformada por seis personas, mi mamá Danae Soto y mi papá Fernando Arévalo, soy el tercero de cuatro hermanos, el mayor es Cristian luego Gonzalo y la menor Esperanza», indicó Álvaro.
– ¿Cómo empiezas esta travesía de estudiar Gastronomía?
– Bueno, durante mi enseñanza media comenzó lo que a día de hoy es mi carrera profesional, mi primer trabajo fue como ayudante de cocina en Bar Brava, donde me dieron la oportunidad de iniciarme en el rubro y recuerdo con cariño todo el tiempo que estuve ahí. Me titulé de Administración en Gastronomía Internacional en Inacap este año, en marzo, y actualmente estoy trabajando como pastelero en el Restaurant Tanta, en Santiago.
– ¿Cómo has evolucionado como redactor especializado en Diario El Trabajo?
– La oportunidad que Diario El Trabajo me dio para publicar recetas me ha ayudado para comprender la fotografía culinaria y poder explicar con claridad el paso a paso de mis platillos o pasteles, ya que las recetas deben tener un formato específico; e ir mejorando con fotos más pulidas. Me gusta la experiencia que se vive al comer y realizar un postre, poder sentir mezclas de sabores, texturas, aromas de las frutas y chocolates, más aún ver a las personas disfrutar mis preparaciones.
– ¿Qué proyección tienes a futuro?
– Mi proyección a futuro es establecer mi propia cafetería, con mermeladas, conservas en almíbar, postres individuales y pasteles, donde las personas puedan ir y disfrutar en el lugar, puedan llevar para sus hogares y que puedan encontrar regalos gastronómicos.
– ¿Qué pasatiempos tienes y cómo te ha afectado la pandemia en estos dos años?
– A raíz de la pandemia descubrí otra de mis pasiones que es la jardinería, comencé a cuidar mi jardín y poco a poco fue creciendo a medida que iba estudiando. En un principio fueron sólo un par de hierbas aromáticas, pero luego añadí flores y algunas verduras como zanahorias y apio. Durante la pandemia horneé muchas tartas y también realicé mermeladas y conservas, tomé cursos online de pastelería para seguir aprendiendo. Escuchar música también me relaja y me gusta, desde antiguas románticas hasta rap. Uno de mis pasatiempos favoritos es ver películas y series, de romance, ciencia ficción, superhéroes y drama. Hace poco tiempo también me atreví con la pintura en acuarela y aunque apenas estoy comenzando es algo que me inspira mucho, los colores y el manejo del agua sobre el papel. En un futuro cerca espero comenzar a desarrollar y estandarizar mis recetas y comenzar a crear mi propio recetario para mi futura cafetería.
Roberto González Short