LOS ANDES.- El Presidente del Sindicato de comerciantes de la vía pública de Los Andes, Marcos Morales, expresó la molestia del gremio por la instalación de in kiosco para venta de jugos naturales a los pies de la torre de la iglesia Santa Rosa y que es de propiedad de una ciudadana colombiana. Morales reclamó que en reunión con las autoridades municipales se había acordado no otorgar más permisos para ejercer en comercio en la vía pública en el damero central de la ciudad y por ello están solicitando una reunión con el Alcalde Navarro para saber quién otorgó ese permiso.
El dirigente sostuvo que el kiosco es de dimensiones mucho mayores a las que supuestamente tiene autorizados el municipio para sus carros, ya que actualmente su gremio debe amoldarse a dos metros en circunstancias que sus carros miden 2,5 metros de largo y ellos está solicitando permiso por tres metros. Sin embargo, éste kiosco excede largamente ese metraje y consideró además que afecta la visual de la torre de la iglesia que es un edificio ícono del centro de la ciudad. Por ello, dijo que esperan tener una respuesta clara por parte del Alcalde Navarro, ya que el gremio se encuentra muy molesto con esta situación.
SINO TRABAJA PIERDE SU CASA
Ante estos comentarios, la dueña del cuestionado Kiosco se defiende y asegura que ella cuenta con los permisos del municipio, mientras sostuvo que el párroco de la Iglesia Santa Rosa la autorizó. Silvia Hernández Sevillano, cuyo kiosco instalado a los pies de la torre de la parroquia Santa Rosa, ha generado una ola de protestas tanto en el comercio establecido como en los ambulantes, se defendió de las críticas argumentado que cuenta con los permisos correspondientes otorgados por el Alcalde Navarro y la autorización del Párroco Vicente Montenegro.
«Los motivos por el cual el Padre Vicente me ha apoyado y el Sr. Alcalde, no es porque tenga bonita cara, que además no la tengo, esto es por la necesidad que yo tengo tres hijos, uno que va a la Teletón y los tres estudian, mi esposo es un jornalero, gana el Mínimo y además estamos pagando un crédito hipotecario de $180.000, y en este momento estamos atrasados y estoy a punto de perder mi casa», se defendió.
La comerciante extrajera argumentó que cuenta con el permiso otorgado por el Alcalde Mauricio Navarro y el Kiosco se lo entregó el Fosis para que pudiera iniciar un micro-emprendimiento, «ya que esto lo tengo por necesidad, pues estoy a punto de quedarme en la calle con mis hijos». Recordó que lleva casi 16 años viviendo en nuestro país y tiene también nacionalidad chilena, precisando que antes vendía jugos naturales en la plaza cuando se instalaban las diferentes ferias y pagaba impuestos como todo el resto de los comerciantes, «por lo que me extraña que se ande diciendo que estoy exenta, porque acá en Chile nadie regala nada».
Criticó a los ambulantes que muchas veces quieren trabajar poco y recibir, «pues no trabajan, ni quieran trabajar, ni dejan que los demás trabajen, entonces es ese el problema». Finalmente aseguró que cuenta con los todos los permisos sanitarios en regla para vender estos jugos naturales.