Desde el 4 de junio pasado los profesionales del programa Barrio en Paz Residencial comenzaron una intervención en distintos establecimientos educacionales de la comuna de San Felipe, el que está enfocado en los factores de riesgo socio-delictuales que tienen algunos estudiantes del sector poblacional que comprende el programa.
Según explicó David Mali, coordinador del proyecto, se trata de una intervención focalizada con los niños, con quienes se trabaja en la mañana durante tres horas en distintos grupos, dependiendo de las edades de los escolares, y por la tarde se realiza un trabajo con los padres, labor que se refuerza en los espacios comunitarios.
La iniciativa ha tenido bastante éxito entre los vecinos de este sector, ya que de hecho este lunes, a una de las reuniones de trabajo asistieron 40 apoderados en la escuela Bernardo O´Higgins, una cifra inédita para el trabajo que vienen realizando estos profesionales en ese sector y que tiene que ver con una estrategia que están abordando y que es trabajar con ellos en forma previa a las reuniones de apoderados.
En esta intervención, que contempla el Liceo San Felipe, las escuelas Bernardo O´Higgins y Manso de Velasco, el jardín infantil Hormiguitas y la escuela de lenguaje Cumbres de Aconcagua, se trabajan temas desde el punto de vista psicólogico como el manejo de la frustración, resolución pacífica de conflictos al interior de los establecimientos educacionales y un taller de liderazgo. Mientras que con los padres se está trabajando en un taller de habilidades parentales, donde apoyan el trabajo con profesionales de la OPD, la Dipma y el centro de la Mujer, en temas como violencia intrafamiliar.
Un tema, según Mali, que son realidades encubiertas: “Si bien las personas no manifiestan de lleno que ven o vivencian eso en sus hogares, es una realidad que está latente siempre, y en ese sentido hemos combinado el diagnóstico del año pasado, que hicimos con los niños, más el trabajo comunitario que hemos hecho con el programa Barrio en Paz Residencial, y nos hemos dado cuenta de violencia intrafamiliar, estilos de crianza, habilidades parentales y comunicación entre la familia son necesidades siempre presentes en estas familias”.
La intervención en los establecimientos está contemplada que se extienda hasta el mes de noviembre, ya que en diciembre los alumnos comienzan a realizar otras actividades, “pero como compromiso institucional estamos hasta febrero, como proyecto psicosocial, luego evaluamos y vemos si es conveniente seguir o no dependiendo del estado de avance”, dijo Mali.
En el programa con los menores está trabajando un psicólogo, dos trabajadoras sociales, un educador y un apoyo administrativo, además de un sociólogo.
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