Como un traje a la medida de La Polar califican acuerdo compensatorio

El Diputado Marco Antonio Núñez calificó como un traje a la medida de La Polar el acuerdo firmado entre esta casa comercial y Sernac, afirmando que más se preocuparon de proteger los intereses comerciales que de reparar los daños causados a los cerca de un millón de personas afectadas. Asimismo, agregó que en Aconcagua junto al Abogado Benigno Retamal verán las acciones legales a seguir con aquellas personas que, estando dentro de las 500 que fueron representadas por sus oficinas parlamentarias, rechacen este convenio.

“Este no es un acuerdo histórico como planteó el ministro Longueira, más bien es un acuerdo a medias que salvaguarda más los intereses comerciales que los de los cerca de un millón de clientes que fueron estafados con repactaciones unilaterales. Es bastante deficiente un bono compensatorio de 15 mil pesos, el que incluso queda sujeto a un aumento de capital de esta casa comercial La Polar. O sea, si hay más dinero pagan, de lo contrario, no pagan. Nadie puede estar celebrando ni destacando un acuerdo que además de ser deficiente sólo podrá hacerse efectivo si la casa comercial tiene dinero.

“Por lo mismo, junto al Abogado Benigno Retamal estudiaremos las acciones legales que realizaremos con aquellos afectados que representamos a través de nuestras oficinas y que quieran rechazar este acuerdo. Son muchas las dudas que genera y, por cierto, no establece las confianzas que esperábamos iban a lograrse mediante este juicio colectivo que lideró el Sernac. Por lo mismo, esperamos que el pronunciamiento de la justicia sea favorable a los clientes, lo que permitiría marcar un precedente para mejorar las compensaciones propuestas, especialmente la del bono compensatorio”, expresó el diputado Núñez.

Finalmente, el abogado Benigno Retamal no dudó en calificar como malo este acuerdo afirmando que el “objetivo de este juicio colectivo que llevó el Sernac precisamente era establecer un mecanismo reparatorio de magnitud para que nunca más una casa comercial planificara y ejecutara un daño a cerca de 1 millón de personas. Eso era. Dar una clara señal a uno de los mayores escándalos comerciales del país. Sólo de esta manera dejaría de ser una burla para aquellos consumidores que día a día veían crecer sus deudas con la angustia de saber que no tenían posibilidad de pagar. Lo que se propone ahora es muy deficiente, lejos de ser histórico y menos de ser una medida que superará la desconfianza de los consumidores o que terminará con los abusos comerciales que este tipo de empresas está acostumbrado hacer con la gente”.