Con bombos y platillos celebraron Día de Nuestra Señora del Carmelo

Estudiantes, religiosos, empresarios y vecinos de San Esteban, decidieron aprovechar la ocasión para honrar a Nuestra Señora del Carmelo.

LOS ANDES.- En celebraciones casi simultáneas y con la solemnidad que las circunstancias lo ameritaban, este lunes pasado fue honrada Nuestra Señora del Carmelo, en comunas como El Cariño Botado; Hotel Termas del Corazón, Lo Calvo y San Esteban. Esta fiesta de amor y fe, nace en el mismo Israel, en el Monte Carmelo. Las actividades iniciaron en Villa El Dorado, encabezó la procesión la Banda de Guerra del Regimiento Reforzado N°3 Yungay, escoltando la imagen al son de sus instrumentos, también la Cruz Alta Procesional fue exhibida en este acto religioso, la misma fue traída desde Roma.

Todo el pueblo salió a las calles de San Esteban para celebrar en grande a Nuestra Patrona Nacional.

TODOS A SUS PIES

Entre los atractivos de esta procesión en san Esteban, en un vehículo del Cuerpo de Bomberos, iba bellamente adornada la imagen de la Santísima Virgen. Luego el cura párroco Mauricio Cruz Lolas y posteriormente los huasos cuasimodistas de la región. En el trayecto, cientos de vecinos salieron a las calles para acompañar la procesión, algunos haciendo altares en el frontis de sus casas, siendo bendecidos por el párroco.

También la Catequesis Familiar se destacó en la creación de altares en vivo, relacionados directamente con la festividad de la Virgen del Carmen. Los niños y sus padres realizaron un gran trabajo en la preparación de todos los altares, muy creativa y profesionalmente hechos, algunos mostrando a los feligreses pies de cuecas y  diabladas.

Al llegar a la iglesia, ingresaron la imagen y el pueblo a celebrar la eucaristía, con el templo repleto de niños, jóvenes, adultos y ancianos, celebraron ese gran día, en el que conmemoraron los católicos la maternidad de la Virgen y su veneración.

Al finalizar la misa, la banda del regimiento tocó el Himno Nacional y luego deleitó a los feligreses con canciones a la salida del templo.

Finalmente los huasos y militares, junto a algunos voluntarios y al padre Mauricio, cenaron en el comedor, donde se vivió un grato compartir fraterno, que sirve para afiatar aún más lo lazos de hermandad, entre el pastor y sus fieles.