Liberando muchos globos blancos, aplaudiendo unos y llorando otros, así de emotiva fue la despedida que familiares, amigos y cercanos dieron este jueves al querido profesor Róbinson Pradenas Fuentes al filo de las 13:00 horas en la parroquia Nuestra Señora de Andacollo. Las medidas sanitarias adoptadas para la Misa del profesor fueron las adecuadas y no se permitió la entrada a todos los que llegaron a despedir a su amigo. La Misa fue oficiada por el sacerdote Claudio Acevedo.
UN PORTERAZO
Diario El Trabajo logró hablar con una de las hermanas de Róbinson, Leda Pradenas, quien nos habló sobre la vida y aventuras del destacado profesor.
«Si no fuera por esta pandemia esta parroquia y todo el patio principal estaría hecho un mar de gente porque muchas son las personas que lo querían y conocían a Róbinson, sus colegas profesores, los alumnos y exalumnos; él tuvo una trayectoria muy larga aquí en San Felipe. Yo agradezco a toda la gente que ha expresado sus muestras de cariño en redes sociales y también por celular y en persona», dijo Leda a nuestro medio.
– ¿Nos quieres hablar sobre su vida personal y su desarrollo profesional?
– Nosotros somos seis hermanos. Róbinson, el mayor, nació en Talca el lunes 20 de enero de 1941, la trayectoria de Róbinson desde su juventud fue de futbolista, nos fuimos a Iquique por traslado de nuestro papá, papá trabajaba en la ‘Tía Rica’, una casa de empeños, allá estudiamos todos en Iquique, y Róbinson fue arquero de fútbol, era un porterazo, logró grandes hazañas como portero, no lo recuerdo bien, pero creo que atajó al Santiago Morning, en fin, fue un destacado arquero.
– ¿Cuándo se encamina Róbinson hacia la parte educativa, cómo se convierte en profesor?
– Después de sus aventuras de futbolista se fue a estudiar a la Escuela Normalista Abelardo Núñez en Santiago, allá estudió como profesor normalista, también él desde jovencito hizo sus estudios en Yoga y otras técnicas de meditación y ejercitación, pero lo hacía al principio sólo para él. De ahí él se desplazó primero que todos a Panquehue y ahí trabajó varios años, luego se pasó a San Felipe también como profesor. Ya en San Felipe hizo su trayectoria, acá la trayectoria que todos conocen, fue por varios años director de la Escuela 4, creo que ahora se llama Manuel Rodríguez, también laboró en la Escuela Hogar, y de ahí cuando él jubiló se dedicó a desarrollar esta disciplina del Chi-Kung que ya la conocía y practicaba.
– ¿Cree usted que en Aconcagua exista alguien para reemplazar a su hermano Róbinson?
– Yo al menos a nadie conozco que vaya a seguir con lo que él hacía, él implementaba una metodología del Amor, y aunque yo trabajo con el Reiki y otras terapias alternativas, pero con la muerte de Róbinson yo creo que nos quedamos sin Chi-Kung en el valle.
EL GRAN MAESTRO
Diario El Trabajo consultó a varios amigos cercanos sobre lo que aprendieron del profesor Róbinson Pradenas.
Patricia Marín Cantillano, exalumna: «Soy exalumna del profesor Róbinson Pradenas en la Escuela 4, las tres hermanas fuimos alumnas, él me enseñó a leer y a escribir, me enseñó muchos valores como persona, fue un excelente profesor, muy estricto, y por eso estoy acá despidiéndolo, él fue nuestro tutor en momentos muy difíciles en nuestra familia, además nos impulsó en el básquetbol, concursamos en un concurso de Milo y lo ganamos con él».
Jaime Bórquez, exalumno de escuela: «El profesor Pradenas desde que yo era muy niñito él me dio clases en la Escuela 4, fue un hombre extraordinario con un carisma y energía, siempre dispuesto a los grandes y a los chicos, nunca en mi vida lo vi enojado».
Roberto González Short