Las estaciones de monitoreo ubicadas en distintos puntos, miden 43 variables, como elementos metálicos y parámetros químicos, entre otros.Las estaciones de monitoreo ubicadas en distintos puntos, miden 43 variables, como elementos metálicos y parámetros químicos, entre otros.
Las estaciones de monitoreo ubicadas en distintos puntos, miden 43 variables, como elementos metálicos y parámetros químicos, entre otros.
Las estaciones de monitoreo ubicadas en distintos puntos, miden 43 variables, como elementos metálicos y parámetros químicos, entre otros.
  • Las estaciones miden 43 variables de calidad. Según la empresa, los cursos de agua muestran condiciones similares a la de otros ríos de la zona central de Chile.

Como parte de su gestión ambiental, Codelco División Andina desarrolla un programa de monitoreo de la calidad de las aguas de los ríos Blanco, Juncal y Aconcagua. En el caso del primero, se trata de un afluente que cruza las faenas de la minera en la cordillera. El Juncal, en tanto, si bien no tiene contacto con terrenos de la empresa, también es monitoreado para tener puntos de comparación entre ellos. Ambos, finalmente, desembocan en el Aconcagua.
Mediante la operación de siete estaciones de monitoreo, ubicadas en distintos puntos de los cursos de agua, se miden 43 variables, como elementos metálicos y parámetros químicos, entre otros. Según el Director de Gestión Ambiental de la División, Humberto Rivas, “en todas las mediciones, los cursos de agua presentan condiciones similares a otros ríos de la zona central de Chile”.
“Tenemos conciencia del valor estratégico del agua y de su importancia para las actividades económicas de la zona, por ello trabajamos para dar tranquilidad a la comunidad de que las operaciones de Andina no impactan la calidad de las aguas. De ello están informadas las autoridades pertinentes”, subraya Rivas.
El trabajo se centra en evitar que las aguas que escurren de forma natural por las laderas, entren en contacto con material mineralizado y lleguen, finalmente, a los ríos Blanco y Aconcagua. “Hemos desarrollado obras para evitar que esto ocurra, ya sea desviando su curso o captándolas y conduciéndolas a nuestros procesos”, explica el directivo.

NUEVAS INVERSIONES
Para reforzar este avance, la División contempla nuevas inversiones. Una de las más relevantes es el proyecto de Tratamiento de Aguas de División Andina (TADA), cuyo objetivo es reforzar la captura y el manejo de aguas mineralizadas -que escurren por las laderas- para su tratamiento y posterior ingreso a proceso, lo que permitirá, a su vez, seguir disminuyendo el consumo de agua fresca. La iniciativa requirió una inversión de US$ 160 millones y entrará en operación a contar de septiembre de este año.
Para el 2016, en tanto, se espera la puesta en marcha del proyecto Normalización de las Aguas (NAE), que va a propiciar la entrega de información a la comunidad sobre el consumo de agua de la División. “Esto se concretará con la habilitación de un sitio web con indicadores ambientales en línea, para su conocimiento público”, señala Rivas.
“Estamos sentando las bases para un desarrollo futuro compatible con el medio ambiente y con el desarrollo socio-económico del Valle de Aconcagua, realizando inversiones que nos permitan abordar los próximos años con operaciones sustentables, limpias, respetuosas de la legislación y transparentes con nuestros vecinos”, concluye Humberto Rivas.

CALIDAD DEL RÍO BLANCO EN INTERNET
Para el caso del río Blanco, existen dos estaciones de monitoreo, cuyos resultados están disponibles en la página en internet de la Dirección General de Aguas http://dgasatel.mop.cl.

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