Jorge Ávalos Moreno, tenía 23 años y se encontraba cumpliendo una condena de ocho años en la cárcel por dos delitos de Robo cometidos en la comuna de San Felipe, decidiendo terminar con su vida.Jorge Ávalos Moreno, tenía 23 años y se encontraba cumpliendo una condena de ocho años en la cárcel por dos delitos de Robo cometidos en la comuna de San Felipe, decidiendo terminar con su vida.
Jorge Ávalos Moreno, tenía 23 años y se encontraba cumpliendo una condena de ocho años en la cárcel por dos delitos de Robo cometidos en la comuna de San Felipe, decidiendo terminar con su vida.
Jorge Ávalos Moreno, tenía 23 años y se encontraba cumpliendo una condena de ocho años en la cárcel por dos delitos de Robo cometidos en la comuna de San Felipe, decidiendo terminar con su vida.

Al interior de su celda en el Centro Penitenciario de San Felipe, fue hallado por personal de Gendarmería el cuerpo sin vida del interno condenado, Jorge Wladimir Ávalos Moreno de 23 años de edad, quien decidió acabar con su vida ahorcándose con una sábana, misma que fue atada en un camarote la tarde de este sábado.
Hasta la cárcel debió concurrir personal de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Los Andes para realizar los primeros peritajes al cuerpo del occiso, descartando la intervención de terceras personas. Así lo informó a Diario El Trabajo el jefe de esta unidad especializada, Comisario Gino Gutiérrez.
«Establecimos las circunstancias cómo los hechos acaecieron, el ciudadano fue encontrado por personal de Gendarmería, se dieron las respectivas instrucciones al Fiscal de Turno y la tesis del suicidio se estaría confirmando. El vínculo utilizado fue una sábana, pero preliminarmente hay que establecer las causas y motivos después de la investigación propiamente tal; no se establece intervención de terceros de acuerdo al trabajo que efectuamos», afirmó el oficial de la Policía de Investigaciones.
Cabe mencionar que Ávalos Moreno cumplía dos condenas por robo en lugar habitado, por un plazo de ocho años, cuya sentencia fue decretada por el Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe el año 2012, luego de las pruebas presentadas por el Ministerio Público durante dos juicios por los hechos cometidos por el condenado el año 2010, cuando escaló hasta la vivienda de una víctima ubicada en Villa Bernardo Cruz de San Felipe, mismo lugar donde él residía, dirigiéndose hasta el patio donde habían tres cilindros de gas de 15 kilos, procediendo a sustraer dos de ellos que estaban vacíos para luego huir con las especies, que posteriormente fueron reducidas por la suma de $10.000.
La segunda causa condenada ocurrió el 9 de julio del año 2011, cuando Jorge Ávalos Moreno ingresó hasta una vivienda ubicada en Villa El Descanso de San Felipe, escalando una reja de cierre perimetral, apoyado de su bicicleta para ingresar por una ventana ubicada en el segundo piso, desde donde sustrajo una cartera que contenía especies como una cámara fotográfica, un reloj, una cadena de oro y una billetera, siendo sorprendido por el suegro del dueño de casa, un hombre de 68 años que en esos momentos tenía a cargo cuidar la propiedad, percatándose de la presencia del sujeto que se encontraba en el interior cuando escuchó ruidos provenientes del segundo piso.
La tesis de la fiscalía sostuvo que en esos instantes cuando el condenado se vio sorprendido, huyó del domicilio por el techo escalando hacia otros inmuebles, mientras el cuidador lo perseguía, pidiendo auxilio a los vecinos que salieron en su persecución, solicitando la presencia de Carabineros que se trasladaron inmediatamente al lugar de los hechos, mientras Ávalos Moreno se dirigió hasta el sector de Chercán Tapia, escalando un muro de casi dos metros de altura, para acceder hasta las dependencias de una Iglesia Evangélica, ingresando posteriormente hasta una pequeña vivienda que habitaba un guardia del recinto, donde Ávalos se ocultó debajo de una cama, lugar desde donde fue detenido por Carabineros para ser procesado por la justicia.
Tras estos dos episodios de Robo en lugar habitado, la Fiscal Daniela Quevedo persiguió las condenas privativas de libertad que alcanzaron los ocho años de cárcel según decisión de los jueces del Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe.
Cumpliendo dichas sentencias en el Centro Penitenciario de San Felipe, Jorge Ávalos Moreno por causas desconocidas, acabó con su vida ahorcándose al interior de su celda, cuyo cuerpo fue remitido hasta el Servicio Médico Legal para la autopsia de rigor.
Pablo Salinas Saldías

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