El estafador fue identificado Diego Andrés Herrera Meneses, quien en un proceso simplificado, fue condenado 643 días de cárcel.El estafador fue identificado Diego Andrés Herrera Meneses, quien en un proceso simplificado, fue condenado 643 días de cárcel.
El estafador fue identificado Diego Andrés Herrera Meneses, quien en un proceso simplificado, fue condenado 643 días de cárcel.
El estafador fue identificado Diego Andrés Herrera Meneses, quien en un proceso simplificado, fue condenado 643 días de cárcel.
  • También engañó a un funcionario de la Municipalidad de Calle Larga a quien ofreció cajas con carne.

LOS ANDES.- A una pena global de 643 días de presidio efectivo fue condenado, en juicio oral simplificado, un peligroso delincuente que durante una semana perpetró cuantiosas estafas, afectando entre otros a un grupo de profesores de una escuela y a un funcionario municipal.
El antisocial identificado como Diego Andrés Herrera Meneses (29) comenzó a perpetrar estos ilícitos a principios del mes de junio de 2014, cuando haciéndose pasar por hijo de un trabajador del puerto terrestre, contactó al dueño de un taller mecánico de la comuna de Calle Larga ofreciéndole para la venta cajas de lomo vetado a un precio menor que en el mercado.
El dueño del taller creyó en la mentira del sujeto y decidió comprarle carne para preparar un asado en los días en que la selección chilena disputaría sus partidos en el mundial de Brasil.
Herrera le cobró 20.000 pesos por la caja de lomo vetado, más otros cinco mil pesos por concepto de movilización, dinero que el mecánico pagó.
Ese mismo día el mecánico le comentó de esta oferta a un funcionario de la Municipalidad de Calle Larga, quien también se mostró interesado en adquirir carne.
El maleante se puso en contacto con él y recibió la suma de 30.000 pesos por una caja de lomo, diciéndole que en dos días tendría el producto.
Sin embargo, el antisocial jamás regresó con el cargamento de carne y desapareció de la comuna.
Día más tarde, Herrera tomó contacto con una amiga de su ex pareja a quien engatusó diciéndole que tenía contactos en una tienda del Espacio Urbano desde donde podía conseguir exclusivos perfumes y carteras a un precio menor que en el mercado.
La afectada le creyó e hizo entrega de la suma de 70.000 pesos, correspondiente a la mitad del valor de un pedido de perfumes.
Nuevamente y tras recibir el dinero, el sujeto nunca regresó ni se contactó con la mujer, quien estampó la denuncia en la PDI.
Continuando con su actuar, el 11 de junio de 2014, el delincuente tomó contacto con la vendedora de un local comercial a quien le ofreció para la venta Ipone 4 en la suma de 190.000 mil pesos, equipos que según él traía desde la ciudad de Iquique.
La afectada creyó el cuento y le entregó el dinero, quedando en que volvería a las pocas horas con el equipo, cosa que nunca ocurrió.
El antisocial repitió el mismo cuento con otro trabajador, pero esta vez le dijo que los equipos los obtenía de la tienda La Polar en el Espacio Urbano.
Fue así que ambos se juntaron en el Espacio Urbano en donde la víctima le entregó la suma de 150.000 pesos, para luego dirigirse hasta la tienda en donde le perdió de vista y tampoco nunca volvió.

ESTAFAS A PROFESORES
El último de estos delitos los cometió el 22 de junio cuando llegó hasta la escuela Ignacio Carrera Pinto de Los Andes, diciendo que era primo de una ex profesora a fin de ganarse la confianza del resto de los docentes.
Una vez hecho esto comenzó a ofrecer camisetas de la selección chilena a 10.000 pesos, logrando que cuatro profesores le cancelaran en el momento la suma de 40 mil pesos en dinero en efectivo.
En tanto, otros profesores le dieron cheques que totalizaron la suma de 80.000 pesos, quedando el sujeto de ir posteriormente a entregarles las casaquillas.
Los profesores confiaron en el sujeto avalado por el parentesco con su colega, pero en vista que el sujeto no regresaba con las casaquillas decidieron tomar contacto con la docente quien les dijo que el sujeto era simplemente un estafador.
Ante esta situación los docentes que pasaron cheques dieron órdenes de no pago de los documentos y denunciaron el hecho a la PDI.
En el intertanto, Herrera acudió hasta el local de Servipag ubicado al interior del supermercado Jumbo con la finalidad de cobrar los documentos y hacerse del dinero, pero grande fue su sorpresa cuando el cajero le informó que tenían orden de no pago.
Ante ello, el estafador llamó indignado al colegio preguntando las razones de esta situación y uno de los profesores le dijo que habían tenido problemas con los documentos y que regresara a la escuela para cambiárselo.
Confiadamente el timador llegó al establecimiento educacional, sin embargo, junto a los profesores estaban también detectives de la Brigada de Delitos Económicos que lo detuvieron en el acto.
Al efectuarle una revisión de sus vestimentas se le encontraron 32 papelillos de pasta base que al parecer el sujeto comercializaba en algunos sectores de la ciudad.
Tras ser puesto a disposición del Tribunal de Garantía fue formalizado por este hecho y quedó en prisión preventiva.
Por ello y tras 10 meses de investigación el Ministerio Público le ofreció un juicio simplificado si aceptada su responsabilidad en los delitos de estafa, microtráfico y usurpación de identidad.
Herrera aceptó y fue condenado a 41 días de cárcel por las estafas y la usurpación de identidad y 541 días por el tráfico de pequeñas cantidades de droga.

APUÑALADO EN LA CÁRCEL
Cabe consignar que durante el tiempo que ha permanecido preso el delincuente sufrió una herida cortante abdominal a manos de otro recluso durante una pendencia en uno de los dormitorios del penal.

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