Hugo Vera, fiel y orgulloso militante del Partido Comunista, se encuentra afectado de salud.
Hugo Vera, fiel y orgulloso militante del Partido Comunista, se encuentra afectado de salud.

PUTAENDO.- La señora María Ibacache Huerta y don Hugo Vera Cárdenas, conocidos suplementeros que durante más de 33 años se dedicaron a este importante oficio en la comuna de Putaendo, debieron retirarse por graves problemas de salud después de una vida de trabajo y sacrificio.

Desde hace algunos días el kiosco ‘Por Fin’ ubicado en la plaza de Putaendo, es atendido por la señora Hogla Acosta Pérez, hija de otro antiguo suplementero, ya fallecido, como fue don Ernesto Acosta, quien se dedicó a esta importante actividad hasta el año 1979 aproximadamente y que por esas casualidades de la vida contratara en aquellos años a don Hugo Vera como su ayudante, quien finalmente continuó con la venta de diarios y revistas hasta la actualidad.

Hogla Acosta dijo que al enterarse que don Hugo vendía el kiosco debido a problemas de salud, no dudó en comprarlo con el apoyo de su familia para mantener viva la tradición de su padre, pues asegura que desde pequeña se crió entre diarios y revistas y asegura que hoy con muchas ganas pretende llevar adelante el legado de su padre y el trabajo de la señora María y de don Hugo.

En la intimidad de su hogar, la señora María y don Hugo nos recibieron para contarnos los motivos que tuvieron para vender definitivamente el kiosco ‘Por Fin’, comprobando que la señora María lamentablemente nunca se pudo recuperar de una grave fractura que sufrió en una de sus piernas y que en el último año prácticamente la llevó a no poder trabajar. En tanto, don Hugo, desde hace aproximadamente un mes comenzó a sentirse bastante mal y hoy se encuentra internado en el Hospital San Antonio de Putaendo, y solo durante este fin de semana recién pasado le dieron permiso para estar con su familia.

Este hombre, orgulloso militante del Partido Comunista y que fue candidato a concejal, que ha sido reconocido como vecino destacado de Putaendo, miembro del Centro 21 de Mayo y fundador del Club de Rehabilitados Alcohólicos ‘Familia Unida’, no pudo evitar emocionarse al reconocer que hoy su estado de salud es delicado y que sumado a la enfermedad de su inseparable compañera, les hace imposible continuar con su trabajo, por lo que en conjunto tomaron la decisión de vender el kiosco, pero no a cualquier persona, pues haberle vendido el local a la señora Hogla Acosta es, según don Hugo, de alguna forma, devolverle la mano a su recordado y gran amigo Ernesto Acosta, que fue quien lo inició como suplementero.

Los recuerdos brotan por sí solos, don Hugo nos cuenta sus primeros pasos como ambulante, luego en bicicleta y después su primera citroneta en la que salía a vender el diario. No hay pausa para recordar inolvidables momentos junto a la señora María, anécdotas y momentos especiales, pues como ellos mismos nos indicaban, su jornada comenzaba a las seis de la mañana, de lunes a domingo y solo descansaban dos días en el año, y antes de tener su kiosco pasaban todo el día en la calle, lo que les permitía enterarse de todo lo que pasaba en Putaendo y de tener grandes amigos.

Don Hugo Vera, hoy de 65 años, y la señora María Ibacache, de 58 años, tuvieron palabras de agradecimiento para toda su clientela y nos pidieron encarecidamente dar las gracias a todos quienes durante muchos años compraron sus diarios y revistas y también les brindaron su cariño y amistad.

El kiosco ‘Por Fin’, que fue una lucha de toda una vida para trabajar en un lugar digno y no mojarse en el invierno, es un sueño que aseguran, llegó caído del cielo y solo lo pudieron disfrutar durante casi tres años, pero aseguran emocionados que ha quedado en las mejores manos.

Hoy, la señora María y don Hugo están más unidos que nunca para enfrentar la enfermedad de él, y seguramente con el cariño y, por qué no decirlo, apoyo de la comunidad, saldrán adelante, pues su sacrificado trabajo, muchas veces incomprendido y para muchos hasta inadvertido, nos permitía todos los días estar informados y poder recibir el diario en nuestras casas, con una sonrisa y con la simpatía que siempre les caracterizó, pero como tantas personas, también hoy deben enfrentarse a la enfermedad que de todas maneras les permite estar tan unidos como siempre.

A nombre de Diario El Trabajo y de muchos vecinos de la comuna, queremos darles las gracias por su empuje y coraje en su importante trabajo y estamos seguros que don Hugo superará este difícil momento con el incondicional apoyo de su esposa y su gran amiga, la señora María.

Patricio Gallardo M.

 

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