- El abogado sanfelipeño se refirió al trabajo que viene de aquí en más con la Convención Constituyente, para el plebiscito de salida el próximo 4 de septiembre.-
A pasos agigantados se acerca el fin del proceso constituyente, que busca generar una nueva carta magna para nuestro país. Un trabajo de poco más de un año que no ha estado exento de polémicas, que ya ve prácticamente a la vuelta de la esquina su término.
En este sentido, Diario El Trabajo dialogó con el convencional Claudio Gómez respecto de lo que se viene de aquí en más con el borrador de la nueva constitución.
Respecto del trabajo que se está desarrollando en estos días, ya con el borrador del texto a disposición de toda la comunidad, Gómez señaló que «nosotros ya terminamos la primera gran etapa de la Convención Constitucional (CC), que es la aprobación de las normas constitucionales, que son 499 artículos de diversas materias, y ahora quedando un mes y pocos días para que finalice el periodo constituyente, nos encontramos en la última etapa, en donde hay tres comisiones, la armonización, la de normas transitorias y la de preámbulo».
Una labor de meses que «ha sido un trabajo bastante intenso, en un momento se habló de extender el plazo, pero ajustamos el cronograma, la idea era tener la propuesta en el plazo de un año y lo tenemos, de aquí en un tiempo más, tendremos el texto con todas las comisiones para que la gente decida».
Respecto de cuáles son los grandes cambios que propone este nuevo texto en comparación a la constitución que actualmente rige en nuestro país, el constituyente sanfelipeño sostuvo que «nosotros hacemos el tránsito del Estado subsidiario de la constitución del 80 al Estado social y democrático de derechos, por el cual se consagran derechos garantizados en educación, salud, pensiones, vivienda.
«Se establece una serie de normas en medio ambiente, una regulación para las aguas en plena crisis climática, y también se establece una nueva relación entre el centro y las regiones», agregó Claudio Gómez.
Una de las grandes temáticas que atañe al valle del Aconcagua, es, precisamente, la creación de la región de Aconcagua, iniciativa que nace desde la ciudadanía y que ya ha ido sorteando los primeros pasos.
En este sentido, Claudio Gómez indicó que «se aprobó en general y en particular en la comisión de formas de Estado, ha sido aprobada ya en tres instancias distintas, ahora viene la parte final, que es el pleno de la Convención Constitucional, donde necesitamos dos tercios, 103 votos para ver si se aprueba esta norma».
En esa misma línea, Gómez explicó que «esta norma es una disposición transitoria, esto significa que la Convención Constitucional le da el mandato a la ley, al legislador, para establecer una nueva división política y administrativa. De aprobarse, la ley va a tener que establecer esta nueva división territorial sí o sí, dentro de un plazo de dos años comprendiendo las regiones de Aconcagua y Chiloé».
Y es que cada vez se ve más cerca el poder concretar el sueño de la región de Aconcagua, ya que, según dijo el constituyente, «lo más probable es que se vote este jueves o la próxima semana, es amplio el número de votos que se necesita, pero tenemos fe que sea así».
Otro de los puntos que ha generado mayor controversia a nivel nacional, es la eliminación del Senado. En este ámbito, Claudio Gómez detalló que «el Senado se reemplaza por una nueva institucionalidad que se llama la «Cámara de las Regiones», tiene la particularidad que será verdaderamente de las regiones y se va a ocupar de los temas regionales, y va a estar integrado por igual número de representantes, independiente la cantidad de habitantes de la región. Sus integrantes durarán 4 años y podrán ser reelegidos por un periodo, será paritario y los mismos estatutos de remuneración a la cámara de diputados».
Finalmente, y como mensaje a toda la comunidad de nuestro valle del Aconcagua, Gómez manifestó que «el mensaje que puedo dar humildemente es que tratemos de informarnos para ir con el texto leído, lo importante es que se fijen en el texto aprobado. Sabemos que algunos convencionales han cometido errores, pero el 4 de julio la Convención Constitucional se disuelve y lo que queda es el texto, y es el texto el que se vota, no el proceso».
