Cabezas de vacuno aún son encontradas a orillas del Río Putaendo.Cabezas de vacuno aún son encontradas a orillas del Río Putaendo.
Cabezas de vacuno aún son encontradas a orillas del Río Putaendo.
Cabezas de vacuno aún son encontradas a orillas del Río Putaendo.
  • Autoridad Sanitaria aseguró que es urgente definir cuál es la procedencia de estas especies que generan podredumbre a orillas del Río Putaendo.

Más de una semana ha transcurrido desde que Carabineros desbaratara un matadero clandestino en el sector 21 de Mayo y decomisara alrededor de 6 mil Kg de carne dispuesta para ser comercializada en distintas carnicerías del valle sin la autorización sanitaria correspondiente.
Sin embargo, las consecuencias de aquella incautación siguen generando incomodidades a vecinos del lugar, pues a las orillas del Río Putaendo continúan apareciendo trozos de vacunos en estado de descomposición, generando malos olores y un riesgo infeccioso inminente.
La jefa subrogante de la Oficina Provincial de Aconcagua de la Seremi de Salud, Claudia Abarca, aseguró que aún no se ha hecho una denuncia formal por parte de los habitantes del lugar, pero afirmó que de llegar a concretarse, se debe comenzar inmediatamente un curso de investigación que les ayude a determinar cuál es el origen de estas especies.
«Nosotros debemos tomar acciones desde el área de alimentos, que es donde podría provocarse algún riesgo y revisamos obviamente la procedencia de estos animales, que pudieran ser producto del decomiso que hicimos la semana pasada o bien tener otra razón de existencia», apuntó la Químico Farmaceútica.
En relación con el nivel de riesgo que implica para la comunidad, la profesional agregó que «esta contaminación implica un riesgo digestivo importante, que puede ser peligrosa para los más chiquititos, los niños que puedan jugar, pero francamente para las personas mayores no porque de forma obvia no van a consumir este tipo de producto ni tener contacto con ello, el consumo es el que puede provocar un riesgo sanitario», sostuvo.
Del mismo modo, Abarca reconoció que es una denuncia que no reciben habitualmente y afirmó que «no es recurrente conocer de este tipo de casos, sí para sectores más altos, en las serranías donde la gente vive de los animales y lo hacen para su propio consumo, pero en general nosotros no tenemos este tipo de denuncias», destacó.
La autoridad recalcó que aunque esta situación no se haya formalizado en una denuncia, genera una preocupación inminente y a partir de las fotografías enseñadas por este medio, se seguirán cursos de acción para evaluar la causa y las posibles consecuencias de esta anomalía.

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