- Piden ayuda a las autoridades para buscar un lugar donde realizar sus prácticas porque el que usaban sufrió daños por incendio.-
Afligidos se encuentran los integrantes del Coro Polifónico ‘Profesor Humberto Quinteros Lepe’, porque lamentablemente y producto del incendio que se registró en calle Carlos Condell a principios de octubre, perdieron su sala de ensayo que estaba ubicada en calle Coimas 92, a un costado de la vivienda donde se presume se inició el incendio que, como se recordará, afectó al menos tres viviendas.
Esta situación la hizo pública Vicente Reinoso, integrante emblemático del coro: «Estamos muy apenados con todo lo que ha acontecido por el incendio del cual también nosotros, en forma indirecta, fuimos damnificados. Porque nosotros ensayamos en la sede de la Unión Femenina, una institución muy antigua de San Felipe, más antigua que los centros de madres, que todas sus socias algunas tienen 90 años, calcule. Entonces nosotros ensayábamos ahí y con el incendio se nos quemó el salón principal, un computador, algunas partituras, pero el daño mayor fue ahí en el salón. Esta propiedad es de la Unión Femenina, que a su vez se la pasó al Coro para que nosotros ensayáramos ahí. Y es ahí el problema que tiene el coro ahora, porque resulta que no es fiscal, no es municipal, por lo tanto no hay, perdón el término que voy a usar, pero no hay de donde agarrarse prácticamente, solamente ahora vamos a apelar a la buena intención de las autoridades si es que quisieran ayudar al coro en este aspecto, en reparar la sede, nada más», dice.
Comenta Vicente Reinoso que, dentro de las posibilidades de los integrantes, han estado limpiando, «sacando todo, se nos quemó un computador, eso es lo de menos, se puede reponer, pero el techo, el cielo del salón, esas cosas hay que arreglarlas ya a la brevedad, porque usted sabe que estamos en una época tan difícil, vulnerables, que los bandido entran hasta por el techo y el techo está abierto. Además el problema que tenemos es que eso no es de nosotros, pero estamos nosotros respondiendo, entonces ese es el problema. Yo como coralista antiguo, creo que uno de los más antiguos que va quedando, yo entré en el año 1956 al coro y bueno sigo en él porque una que me gusta y otra que se mantiene la comunicación. Usted sabe que cuando uno es mayor de edad, yo tengo más de 80 años ya, por lo tanto el coro es forma de mantenerlo a uno con vida», dice.
– ¿Esta es la sede que está ubicada al lado del número 100, donde se dice que se originó el incendio?
– Exactamente, claro, ahí mismo. Afortunadamente nuestro presidente, que se sacó la mugre, llegó pero tan a tiempo, antes que los bomberos tuvieran que hacer tira las puertas de entrada, abrió con llave para que entraran a sofocar el siniestro. Pero bueno, de lo que pudo haber sido, gracias a Dios no fue tanto para nosotros. Lamentamos profundamente lo que pasó a las otras familias, pero si hubiera sido a las tres de la mañana esta cosa o a las dos de la mañana, estaríamos sentados al frente mirando las ruinas.
– ¿Cuál es la petición pública que hacen ustedes?
– Bueno, la petición pública sería a los amigos del coro, la autoridad, a la señora alcaldesa, que no tengo el honor de haber conversado nunca con ella, a ver si hay posibilidades de un apoyo, perdónenme, yo soy un integrante no más, no soy de la directiva; ahora fui director muchos años y le di la pasada a los más jóvenes porque así tiene que ser la cosa, tiene que irse renovando, pero uno como antiguo la gente cree realmente lo que uno les está diciendo.