Viven en la Edad Media, sin agua potable ni electricidad:
Un desesperante drama humano es el que está viviendo un matrimonio sanfelipeño en la última vivienda después de poza La Pradera en La Parrasía, a raíz de la inclemente sequía que azota el Valle de Aconcagua. Ellos son Fernando Morales y su esposa Ana Cabello, crianceros ya en bancarrota y prácticamente viviendo sólo con $50.000 al mes que cobran de una pequeña casa que arriendan en otra comuna.
De los 18 vacunos que tenían apenas le quedan -en puro hueso- siete, y le sobreviven dos caballitos también a muy mal traer, y para empeorar la situación, cuanto perro es dejado en abandono en ese sector, se refugia en su propiedad en busca de algún alimento. Es importante señalar que don Fernando tampoco puede trabajar, pues sufre fibromialgia, una enfermedad incurable que le causa fuertes dolores en todo el cuerpo y permanentemente.
EN LA EDAD MEDIA
Diario El Trabajo habló con los protagonistas de esta dramática historia, Fernando Morales y su esposa Ana Cabello.
«Nuestra realidad es distinta porque toda la parte gubernamental se ha despreocupado mucho, porque aquí hemos tenido alcaldes que jamás se han preocupado de esta zona, no tenemos electricidad, tampoco agua potable, el Municipio manda un camión aljibe y nos traen agua», comentó Fernando.
– ¿Cómo es que en pleno siglo XXI y a 5 minutos de San Felipe en auto ustedes no tienen agua potable ni electricidad en su casa?
– Nosotros formamos en los tiempos del alcalde Jaime Amar un Comité de La Parrasía, nos adherimos a la Junta de Vecinos de La Parrasía, y ahí hicimos reuniones y todo, nosotros estábamos esperanzados de que nos iban a instalar la luz, ¿y qué pasó?, llegamos allá, nos citaron a la reunión, todo bien, llegó el momento, empezó la reunión, el funcionario municipal nos dijo directamente: ‘La Municipalidad no tiene plata para ustedes’. De ahí pasó el tiempo y yo no fui más a las reuniones.
– ¿Cómo les ha ido con la actual administración municipal?
– Con Freire aún no hemos logrado tener luz. El año pasado cuatro vecinos fueron al Municipio, el alcalde Freire habló con la empresa a cargo, y ellos vinieron aquí a medir hasta la poza La Pradera, ese es el sector que está sin luz. Ellos llegaron, dijeron: ‘Son 30 postes que necesitamos aquí y los tenemos, así que no se preocupen, la luz va de aquí a diciembre’. Eso en 2018, luego se nos dijo que no se puede por el momento y ahora llevamos otro año y nada de solución.
– ¿Qué es lo que necesitan con mayor urgencia?
– Lo que necesitamos nosotros es forraje para los animales, de agua estamos bien, alimentos para perros no tenemos, estos perros son animales que vienen a dejar aquí en el sector, y los animalitos llegan a la casa, necesitamos que algún veterinario nos asista los animales que quedan vivos, creo que una vaca tendrá cría.
– ¿Cómo hacen ustedes para vivir el día a día?
– Nosotros sobrevivimos con $50.000 de un arriendo de una casita que tenemos en Quilpué… (entrevistada se cubre el rostro con sus manos y el llanto no le deja hablar) Y lo que pasa es que con ese dinero vivimos, aparte de lo que a veces amigos nos pueden ayudar. Sea como sea la comida no nos falta, el problema para nosotros es ver a nuestros animalitos -que son nuestras herramientas de trabajo- morir de hambre (…) Esa es la gran pena.
AUTORIDADES RESPONDEN
Diario El Trabajo habló con autoridades para conocer las soluciones que éstas pueden brindar a esta familia sanfelipeña. Gastón Placencio, subgerente zonal de Esval para Aconcagua, nos explicó que «este sector se encuentra fuera del territorio operacional de Esval, por ende, para llegar con nuestro servicio, trabajamos en conjunto con las autoridades y la comunidad, apoyándoles con los diseños del proyecto de conexión de redes, que fue ejecutado por la Municipalidad de San Felipe. Además, gestionamos un convenio 52 Bis y una autorización de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, para en forma excepcional abastecer de agua potable a este sector de Parrasía. La conexión de las viviendas se realizó según los datos que la propia agrupación de vecinos entregó al municipio, por tanto, Esval no tuvo injerencia alguna en el proceso de enrolamiento de estos nuevos clientes. No obstante, entendemos plenamente la preocupación de la señora Ana, por lo mismo, la contactamos para conocer en detalle su situación y nos reuniremos este miércoles con ella para orientarle y apoyarle en la búsqueda de una solución a su caso», dijo Placencio.
También por parte de la Secpla San Felipe, Claudio Paredes nos indicó que «con relación al proyecto de luminarias en el sector, existe un proyecto que está aprobado y está en proceso de firma de convenio entre el intendente y el alcalde Patricio Freire. Este proyecto está financiado por el Gobierno Regional, tiene un valor superior a 400 millones de pesos y allí se incorporan nuevas postaciones donde falta en la comuna. Probablemente este proyecto que debiera ser licitado ahora en diciembre, va a poder dar solución a los distintos sectores que hoy día no cuentan con iluminación pública, esperamos que antes de marzo de 2020 ya el proyecto esté en ejecución», dijo Paredes.
OPERATIVO INMEDIATO
También en horas de la tarde de ayer martes, Prodesal realizó un operativo de emergencia para en primera instancia atender a los animales. Así lo confirmó el encargado de Prodesal, Patrick Guerra: «Nuestra médico veterinario se contactó con estos vecinos de La Parrasía, ellos ya fueron visitados y se realizó el operativo sanitario, se vacunaron, se desparasitaron y se les aplicó vitaminas», dijo Guerra.
NOBLEZA OBLIGA
Finalmente y para que nuestros lectores puedan dimensionar la situación que viven estas dos personas, como medio de comunicación podemos dar fe de la paupérrima condición en la que viven, perros flacos y hambrientos por todas partes, gatos buscando qué comer entre las ollas de la cocina, cuerpos de animales muertos en los alrededores, tristeza y angustia en todos los seres vivientes en ese terreno. Ellos no pidieron para ellos, sino para sus animales, pero sí que necesitan alimentos, implementos de aseo, forraje para sus animales, alimentos para gallinas y todo lo que pueda aliviar el hambre de manera digna. Los interesados en apoyar, pueden llamar al 9 8242 9523, y tratar directamente con los afectados.
Roberto González Short