Cristian Contreras habla de enfermos sexuales, pedófilos y abusadores en la Iglesia

• Obispo asegura que esto ya parece una ‘pandemia’:

Tras varias semanas de haber regresado de Roma los 34 obispos activos de la Iglesia Católica en nuestro país (porque hay otros jubilados o enfermos), hoy en Diario El Trabajo publicamos una entrevista Exclusiva realizada a monseñor Cristian Contreras Molina, Obispo de la Diócesis de Aconcagua, en la que el prelado dio respuesta a directas preguntas sobre la pedofilia, la negligencia, la inmadurez sexual y los enfermos sexuales que, a su juicio, dolorosa él reconoce que entraron a la Iglesia o se convirtieron después de iniciar su vida de seminaristas.

FRANCO Y DIRECTO
Contreras Molina fue más allá, reconoció también ser culpable de negligencia, pues le faltó acompañamiento, malicia o diligencia para evitar que algunas desgracias ocurrieran en la Diócesis que dirige. El obispo habló también de las debilidades humanas y de su inocencia, tras haber sido él investigado por supuestos abusos sexuales hace algunos años, en fin, Contreras no se guardó nada y habló a quemarropa con nuestro medio.
– ¿A qué fue usted a Ciudad Vaticano?
– El Papa nos citó a Roma precisamente para informarnos acerca del informe del obispo Charles Scicluna con su secretario Jordi Bertomeu, en la primera audiencia que sostuvimos con el Papa él nos leyó un documento de diez páginas (no es el informe) en el que nos hizo ver lo triste, adolorido y avergonzado que se siente como Vicario de Cristo por los abusos y encubrimientos ocurridos en Chile durante mucho tiempo y que tienen como paradigma en el caso de Santiago el Cura Karadima.
– ¿Quién se hará cargo de estos abusos dentro de la Iglesia Católica?
– En el fondo el problema de la Iglesia en Chile y por lo cual estamos hoy en día siendo investigados y cuestionados, es porque en Chile durante algún tiempo largo ya, se sabe de abusos sexuales, de abusos de poder y de abusos de consciencia, en el caso mío yo nunca tuve información del Caso Karadima, esto porque él no estaba en mi Diócesis, él estaba en Santiago, pero en el fondo es que tenemos que hacernos cargo, como Iglesia y como obispos al menos en mi caso, de qué he hecho yo ante estos abusos, lo que a mí me ha correspondido ver en esta iglesia diocesana , asumiendo que también formo parte de un Cuerpo mucho más grande como es la Iglesia chilena.
– Usted fue investigado también por supuestos abusos sexuales, ¿le convocaron a Roma sólo por ser obispo, o porque de alguna manera estás en alguna ‘lista’ de investigados?
– Eso yo no lo sé. A mí nadie en Roma, ni el Papa y sus colaboradores más cercanos me hablaron de tal cosa, yo fui convocado por ser obispo.
– ¿Por qué personas que se consagran para Dios y la Iglesia caen tantas veces por el deseo sexual?
– A ver, ahí hay que distinguir, yo creo que, para mí los abusos son la secuela o la supuración de una situación mucho más delicada y que dice relación con la fe, con Mi Identidad, con Mi Vocación, con Mi Ministerio, dice relación con el lugar que ocupa Dios en mi existencia y en la existencia de los demás, yo creo que tal vez hemos puesto Dios en segundo lugar y no en el primer lugar (…) en la parte sexual, el sacerdocio es una vocación, el celibato en cambio es un estado, digamos que por lo tanto cuando se entra al seminario uno sabe que lo irán orientando en el sentido de saber que el celibato tiene relación con la madurez afectiva y sexual, y cuando todo eso camina bien entonces no tendrían que ocurrir los abusos.
– ¿Qué pasa entonces con estos abusos, existe entonces una ‘pandemia’ de abusadores en la Iglesia?
– De hecho no son los célibes los más abusadores, hay que tener cuidado con eso, proporcionalmente no son los curas los más abusadores, sin embargo, el más mínimo abuso de un Cura es más grave que cualquier otro abuso, precisamente por la consagración que conlleva su misión, eso también lo quiero recalcar, no es que yo esté aquí tratando de empatar, no-no-no, estoy diciendo que cualquier abuso de un sacerdote es más grave que el que cometa un Laico, alguien que no es sacerdote, por eso digo que, porque después parecería desgraciadamente esto como una pandemia.
– ¿Hay ‘enfermos sexuales’ dentro de la Iglesia, seleccionan bien ustedes a quienes ingresan a la Orden?
– Yo creo que esto también obedece de repente a una parasexualidad, pareciera que todo dice relación con el sexo o que va para allá, y, se me ocurre que también no hemos tenido una selección más prolija para formación y para entrar al seminario, ahí creo que también hay un descuido, y por otro lado, o también tengo que aceptar que se me puede meter de repente o aparecer un enfermo, un enfermo que no estaba cuando empezó a ser seminarista, uno al que no conocimos, y después nos dimos cuenta que era un enfermo y un pedófilo, porque hay cosas que son desgraciadas en la vida y ocurren una vez, pero cuando ocurren más de una vez entonces podemos decir que estamos ante un enfermo, que estamos ante alguien que no ha sido consecuente y que no ha sido bien guiado en su proceso y ejercicio de su ministerio.
– ¿El Papa insiste en estar avergonzado por esta crisis, siente usted vergüenza por estos abusos contra niños, aunque no participaras en ellos?
– Estoy herido, estoy triste, me preocupa y me duele que hermanos míos sean culpables de estos abusos, también me duele no sólo el pecado de ellos, sino también el mío, porque si bien es cierto que yo jamás en mi vida he abusado de nadie, así lo creo y menos de un menor, además que yo nunca he sido acusado por ningún hombre o mujer, menor o mayor, nunca. Yo fui calumniado, se inventó una persona que no existe, ni existió nada, por eso es que las dos investigaciones tanto la canónica terminó diciendo que nada es verdadero, todo es falso lo que se dijo contra el Obispo, no hay algo que lo incrimine, y lo que se dijo por parte de la justicia es, que ¿si no existe víctima entonces qué vamos a investigar?
– ¿Considera que ha sido usted negligente ante estos abusos?
– Yo no puedo negar que en algunos de estos casos yo sí he sido negligente, que debí haberme adelantado a los hechos, haber previsto, es decir que es como si yo tuviera cinco hijos, debí haberlos acompañado más, y haberme dicho ‘a ver, a este hijo me parece que debo acompañarlo más’, yo creo que por ahí yo tengo culpabilidad, yo me hago cargo de ello, yo también fui negligente, o cometí Pecado de Omisión.
– ¿Pediría usted perdón a Dios y a las ovejas que pastorea en Aconcagua?
– Yo también pido perdón, yo creo que es necesario de corazón pedir perdón, y que Dios quiera que la gente crea como dice el Papa, avergonzados y tristes, queremos que la gente nos acompañe, nos ayude a no tapar ni encubrir jamás ningún delito y a ser realmente transparentes, a ser realmente testigos de Dios, que nos ayuden a ser sencillos, Curas servidores, que jamás andemos detrás del poder.

SIN ESTACIONAMIENTO
El obispo también comentó a nuestro medio que los cortinajes del obispado de San Felipe fueron quitadas de los ventanales, pues él busca que todo el quehacer laboral al interior de dicha casa pastoral no tenga espacios privados, inclusive nos comentó que él no vive en dicho ‘palacio’, e inclusive no hace uso del estacionamiento que el Municipio le otorga frente a la Plaza Cívica, que más bien le pide a las autoridades de Vialidad que lo eliminen, que le den el uso que quieran, pues él no quiere privilegios por ser obispo.
Roberto González Short