- Cayó 5 a 1 ante Everton en Viña del Mar.-
No había que ser un experto en materia futbolística para tener claro que la llave clasificatoria correspondiente a los cuartos de final zonal Centro Norte de Copa Chile, era de complejidad mayor para Unión San Felipe. Ser visitante ante un equipo (Everton) de una división mayor, que además adicionaba aplastantes números históricos a su favor en este torneo, transformaban la clasificación albirroja en una simple expresión de deseo. Una ilusión.
Esta crónica no tiene como idea central ser condescendiente o catastrofista, dependiendo de cómo quiera tomarse. Lo concreto es que el sábado pasado en El Sausalito de Viña del Mar, quedó muy claro que existen notorias diferencias entre un cuadro de la Primera A y otro de la B. El 5 a 1 con que concluyó el pleito dejó muy claro esa apreciación objetiva.
Solo a ratos el Uní Uní logró plantearle lucha a un cuadro viñamarino que basándose en una gran disciplina táctica y mejores actuaciones individuales (Sáez, Cuevas, Pastrán), a paso lento pero muy seguro fueron ejecutando una verdadera tarea de demolición que los aconcagüinos fueron incapaces de detener. El gol -golazo para ser justos- de José Pablo Monreal en el 31’, fue solo un espejismo ya que precisamente en ese instante Everton ya había empezado a desnivelar las acciones al apropiarse del mediocampo.
Está muy claro que cuando se está enfrentando a un conjunto con mayor jerarquía, hay que saber aprovechar las oportunidades y no cometer errores. San Felipe hizo lo primero, pero falló groseramente en lo segundo, al allanar el camino para una goleada que dolió y seguirá doliendo por algún rato.
Poco, por decir nada es lo que puede rescatarse de la expedición sabatina. Lejos de su mejor nivel estuvieron hombres como Gonzalo Espinoza, Mario Briceño o Nahuel Lujan, sobre cuyas espaldas recaía la misión de darle nivelación a un encuentro donde Sebastián Sáez se dio el gusto de hacer un triplete (32’, 68’, 79’). Los otros goles ‘oro y cielo’ corrieron por cuenta de Álvaro Madrid (45’+1’) y Brayan Soto cuando se jugaba el tercer minuto de adición del complemento.
Con la Copa Chile ya en el pasado, el Uní Uní debe dar vuelta la página, sacudirse y enfocarse en el futuro. La posibilidad de salir y dejar en el olvido la pesadilla viñamarina estará este sábado cuando por el torneo oficial de la B -el importante- reciba en el Municipal a Barnechea.
