Defensora pública chocó su auto y se negó a practicarse alcoholemia

El Capitán Alfredo Castillo confirmó que la defensora Paola Zapata Díaz, tras protagonizar un accidente de tránsito, hizo uso de su derecho a negarse a que le realizaran la alcoholemia.

Un accidente de tránsito en el sector de Bucalemu protagonizó la madrugada de ayer una conocida defensora pública andina, identificada como Paola Alejandra Zapata Díaz, quien al momento de ser trasladada al Hospital San Camilo de San Felipe se negó a practicarse la alcoholemia de rigor.

La información la confirmó el Comisario (s) de Carabineros de San Felipe, Capitán Alfredo Castillo, quien señaló que cerca de la una de la madrugada de ayer, personal del Retén Curimón fue alertado sobre un accidente de tránsito en el sector de Bucalemu.

“Al llegar al lugar el personal policial constató que la conductora de un vehículo particular había perdido el control, para terminar chocando con un cerco de protección de un predio. En el lugar se encontraban los ocupantes del vehículo, un hombre y una mujer, esta última conductora del vehículo. Carabineros detectó que habría presencia de alcohol, por lo que se adoptó el procedimiento de rigor”, informó el oficial policial.

Precisó el Capitán Castillo que al ser la alcoholemia un examen que se practica voluntariamente la persona en caso de protagonizar un accidente de tránsito, “esta mujer se negó a someterse a ese examen”.

En todo caso durante la constatación de lesiones, el médico a cargo de la atención de la conductora, informó al personal policial que “habría consumido alcohol esta persona”, al parecer por cuanto presentaba hálito alcohólico.

Fue así que cumpliendo con la normativa, se procedió a la detención de la defensora y posteriormente, bajo las instrucciones expresas del fiscal de turno, quedó en libertad y citada al tribunal, según lo establece el artículo 26 del Código Procesal Penal.

Cabe consignar que efectivamente, frente a la ocurrencia de un accidente de tránsito, el personal policial que toma el procedimiento de rigor, solicita la realización de la alcoholemia de rigor para los conductores de los vehículos involucrados. Sin embargo, este acto es voluntario y si el chofer se niega a practicarse este examen, nadie puede obligarle, independientemente de que la realización de esta prueba es muy valiosa para el proceso investigativo de los hechos ocurridos, a fin de establecer las responsabilidades y causas.