- Presuntamente en pleno toque de queda en Cerro El Llano Putaendo.
Más de 800 mil pesos en herramientas de última tecnología robaron delincuentes desde una bodega adosada a una vivienda en el sector Cerro El Llano de Putaendo.
El afectado, Pedro Tapia Henríquez, dijo que este hecho ocurrió «durante la madrugada de domingo para lunes, se metieron a la bodega que tengo en mi casa, que está pegada a la casa, y me robaron máquina de soldar, me robaron sierra circular, me robaron galletera, taladro inalámbrico, y eso lo que he echado de menos», dice la víctima.
– ¿Eso cuánto es en dinero aproximadamente?
– En dinero yo creo que tienen que ser más de 800 lucas.
– ¿Cómo entran los sujetos a la bodega?
– Se pasaron por encima de la puerta de acceso por encima de la puerta pasaron, doblaron las puntas de dragón que hay y entraron.
Reconoce que no sintieron nada en cuanto a ruidos. Se acostaron tipo 11 de la noche: «Fue mejor no haber sentido, porque yo si siento un tipo adentro y me levanto, a lo mejor estaría preso, a lo mejor es lamentable que no sintiera, Dios no quiso que sintiera porque si uno pilla alguien en su casa, enrabiado, ¿cómo actúas?. Pero anoche aquí afuera hubo gente, dos tipos sentados aquí a la una de la mañana, revisamos las cámaras de los vecinos y se ven dos tipos aquí, sentados afuera… a la una diez de la mañana hasta la una y veinticinco más menos», dice el afectado.
– ¿Ellos podrían haber sido?
– No sé qué hace esa gente con el frío que anoche hacía (domingo), con toque de queda. ¿Qué hace esa gente en la calle a esa hora?, y a pie.
– ¿Se vinieron derechito a la bodega?
– Obvio que sí, el tipo que me robó aquí en mi casa fue un tipo que me conocía, que conocía la casa, la bodega, porque se fue directamente donde estaban las herramientas eléctricas… donde estaba lo mejor, si aquí no se llevaron nada que no sirviera, se llevaron todo lo mejor que había, habiendo muchas más cosas, si ustedes ven hay cepillado, hay máquinas lijadoras y cuántas cosas más, había un taladro inalámbrico que me habían regalado mis hijos para el día del papá y lo ocupé dos, tres veces.
Como consecuencia de este robo, el afectado va a tener que conseguirse herramientas para seguir trabajando, «pero esta es la impotencia, trabajas todos los días, te levantas a las 6 de la mañana, te acuestas a las 10 de la noche, y vas trabajando todos los días para tener tus cosas, y después que un tipo venga de la nada y se las lleve, siento mucha impotencia, rabia y ojala no sepa quién fue. Porque yo te digo honestamente, si sé qué tipo fue yo lo voy a emplomar, me va importar un ‘pucho’ estar preso un tiempo, pero yo no estoy para la risa de ellos», finaliza el afectado.
